Solo llevan unos pocos conciertos a sus espaldas, pero estos niños ya tienen el aire de estrellas del rock. La Escuela de Rock Park Slope, establecida en 2008 en Brooklyn, abrió sus puertas en París en 2011 y permite a los niños descubrir la música a través del rock.
“Realmente va de trabajar en equipo y de aprender cómo sugerir ideas, de intentar entender y compartir tu sentimiento a través de la música. Y luego de superar los nervios y subirte al escenario ante cientos de personas y compartirlo con todo el mundo en un concierto arropado por el público. Es una experiencia increíble para los niños”, dice Jason Domnarski, fundador de la Escuela de Rock Park Slope.
Algunos de estos chicos llevan tocando tan solo unos años y ya dejan impresionados a sus compañeros. Pero hoy hay una banda de adultos en cartel… y mamá y papá figuran en él. La clase para mayores empezó al expresar muchos padres su interés por el programa. Puede que no sean tan jóvenes como sus roqueros descendientes, pero al menos no tienen que irse pronto a dormir.
“Cantaba en una banda en la universidad. Han pasado 25 años desde que me subí a un escenario frente a un público de verdad y no solo mi familia. Será emocionante. Estoy deseándolo”, señala Michelle Langlois, madre y alumna de rock.
Para muchos de los adultos y de los niños, estar en una banda es una completa novedad. Tocar para un público tan numeroso y bajo la atenta mirada de sus hijos provoca miedo escénico entre varios integrantes del grupo.
“Tengo muchísimo miedo. No sé porqué, pero en todo caso tengo mucho miedo. Mis hijos son geniales en esto. Tienen la despreocupación de la juventud. Así que ellos van tranquilos y me dicen: ‘papá, no te preocupes, está bien, ya verás’”, dice Philippe Chabert-Marcon, padre y alumno de rock.
Los padres ocupan su puesto sobre el escenario. Es el momento del rock ‘n’ roll de papá y mamá.