(Opinión) La importancia de sonreír

El espectáculo de Fuerza Bruta va hasta el 8 de octubre en el Museo Pedro de Osma de Barranco. Las funciones son de martes a domingo (el viernes, sábado y domingo hay doble función).

ZOË MASSEY

¿Qué exposición de arte, obra de teatro o concierto al que hayas ido ha marcado tu vida? Yo recuerdo haber ido muy chica con mi abuela a una exposición en la que había algo así como unas sombrillas volteadas; si te les acercabas, emitían un sonido. Quedé alucinada, yo era niña, eso era arte y estaba yo jugando con él. También he tenido la suerte de ir al Circo del Sol y salir convencida de que la magia existe; ver en el cine La vida es bella y llorar casi toda la película; sentir la emoción de estar en un concierto grande por primera vez a mis 15 años…

Y ahora no parar de sonreír cada vez que recuerdo haber vivido el espectáculo de Fuerza Bruta en mi ciudad. Sí, qué pesada, como insisto… por algo será. La semana pasada tuve la suerte de ser cómplice de un sueño y estar con varias personas a las que ver este show podría marcarles sus vidas. Niños del taller Malambito, pacientes de Donante Pendiente, una niña que no sé si haya dormido esa noche, todos con sus sonrisas gigantes. Cerrar con el abrazo empapado de uno de mis residentes nómades. Ayer martes, una función benéfica a sala llena aseguró que 40 niños con labio leporino puedan ser operados pronto. El arte entonces cambiará sus vidas y me hace pensar cuán importante es que nos permitamos sentir.

Darío Vaccaro, responsable de traer tremenda energía a Lima, me reafirma que él ‘apuesta por la cultura’, que debemos unir fuerzas para poder nivelarnos con el resto del mundo cultural y artísticamente, y le creo.

Se me queda corta la columna para contarte todo lo que pienso de Fuerza Bruta, pero te paso unos datos importantes:

– Con carné de estudiante, la entrada cuesta 103 soles los martes y miércoles.

– La taquilla del mismo local a veces tiene descuentos especiales.

– Hay estacionamiento al frente, aunque puedes ir hasta en bici.

– Anda cómodo. Fuerza Bruta ‘es jeans, polo y zapatillas’, me dice el propio Darío y te lo afirmo. Pasas 70 minutos de pie, saltando, bailando.

– Por favor, toma un par de fotos o haz un video, pero luego guarda el teléfono y vive la experiencia completa. No como la chica que tuve al frente, que se la pasó chateando… ahora alguien que le cuente de lo que se perdió (estando ahí).

– Lleva polo para cambiarte y abrigo. Meterte al agua es opcional, pero quedarte sin hacerlo es imperdonable.

– Viernes, sábados y domingos hay dos funciones. – Los viernes, la segunda función empalma con una fiesta de DJ.

– El guardarropa cuesta 5 soles, venden comida y bebida.

Vivir la experiencia Fuerza Bruta juega con tus sentidos, es sano y es feliz. Nos toca a todos liberarnos un poco, saltar, bailar bajo una lluvia, así sea artificial.

Ahora, no vayas solo a Fuerza Bruta. Anda a ver de todo, que hoy hay espectáculos de todo tipo, gratis y, obvio, con precio, pues los artistas merecen también respeto y reconocimiento a su trabajo, energía, dedicación y sueños.

Y a ti, amigo artista, anda a ver este espectáculo porque aprenderás que el trato horizontal con tu espectador es mucho más rico, más vivo, más honesto, que esa manía de marcar una distancia. Y al final, abraza, que toca sonreír desde el alma.

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