MARÍA PÍA BARRIENTOS
Eran los años 80. Dos británicos salieron a ponerle color a la escena pop. Gritaron que eran gays, que eran libres, que vivían como querían. Solemos recordar a Erasure por temas como “A Little Respect” y “L’Amour”, pero ellos continúan vigentes. Su vocalista, Andrew Bell, llegó a Lima para ofrecer un concierto. Antes del show aquí te lo presentamos sin maquillaje.
Estas celebrando tus 30 años de carrera, en pocas palabras, ¿cómo sintetizarías tu experiencia como una estrella? El jefe de nuestra compañía disquera, Daniel Miller, dice que, cuando estás en el mundo de la música pop y tienes entre 40 y 50 años, desapareces y luego, cuando tienes 50, de repente la gente vuelve a notar que sigues ahí y creo que eso fue lo que nos pasó. Jamás nos separamos y la gente cree que dejamos de hacer música en 1995 o algo así, pero seguimos haciendo música durante todo este tiempo.
¿Te fue difícil lidiar con la fama? Actualmente vivo una situación muy cómoda. Solo en los primeros años, cuando estábamos en la televisión todo el tiempo, era demasiado. Recuerdo cuando lanzamos uno de los discos, fue número 1 por unas 5 semanas… Recuerdo haber estado caminando por las calles por donde vivía y la gente me quedaba mirando y empecé a ponerme muy paranoico y recuerdo haber dicho, ‘por favor Dios, no me gusta esto’ y luego, de pronto…se detuvo completamente. Ahora me gusta cómo es. Las celebridades actualmente tienen un trabajo realmente difícil porque es todo o nada.
Entraste en Erasure gracias a un aviso en el periódico… Sí. Yo había sido parte de un dúo por un año, antes de conocer a Vince. Solo tuvimos dos shows y la gente nos tiró huevos y yo pensé, “esto no está funcionando, tengo que ser parte de una banda”. Vince era la primera persona con la que quería trabajar y cuando me enteré que el aviso era para trabajar con él me pareció demasiado. Estaba determinado a conseguirlo.
Has luchado siempre por los derechos de la comunidad gay. Al inicio, ¿te fue difícil romper paradigmas y mostrarte tal cual eras? Para nosotros, en ese entonces era muy importante salir y decir ‘sí, soy gay, ¿cuál es el problema con eso?’ y cuanto más lo hablábamos y teníamos artículos en la prensa, más gente salía (del closet) y empezaron a verlo como algo normal.
Erasure cambió, de alguna manera, la estética de la música pop. Yo no decidí que iba a tener un ‘look’ especial ni nada por el estilo. Luego, pensé: bueno, tengo que crear este personaje, que está arriba de todo y es mucho más sociable, porque realmente yo soy una persona muy tímida, como muchos artistas.
Y, al ser tímido, ¿no te cuesta estar en el escenario? Yo me siento feliz allí. Para mí es ser como un niño. Cuando era pequeño me encantaba vestirme y fingir que era otra persona… Creo que el escenario es el lugar en el que me siento más cómodo, pero, aparte de eso, cuando estoy por mi lado soy muy tranquilo, me gusta ver televisión o leer libros.
¿Cómo es trabajar con Vince Clarke? Cuando has trabajado con alguien por tanto tiempo, como yo con Vince, es como si fuera tu familia. Así que cuando nos encontramos al comienzo me siento algo avergonzado, porque no lo he visto en mucho tiempo y siento ‘tal vez lo debí haber llamado más’. Tenemos una relación profesional y cuando estamos lanzando un nuevo material, necesitamos alrededor de un año o dos para que todo funcione, así que es muy intenso. Por eso, cuando no estamos juntos en eso, andamos completamente por separado.
¿Qué puede esperar la gente de tu concierto de mañana? Será un hermoso concierto. Presentaremos como 19 canciones, con mucho de Erasure, también canciones nuevas de la banda, temas míos, como solista, que la gente no ha escuchado, canciones acústicas… Estaremos un baterista en vivo, un tecladista, dos bailarines y yo.
Uno suele tener la imagen de que la vida de los artistas suele ser muy loca y que siempre están de fiesta…¿es así? No, no todo el tiempo. Es muy normal. Creo que cuando llegas a los 50 tienes que calmarte.
Andy Bell se presentará este jueves en la discoteca Coco’s de Lince (Av. Arequipa 1530). Las entradas continúan a la venta en los módulos de Teleticket de Wong y Metro.