ZOË MASSEY
Hace unas semanas vengo sumergida en un proyecto super interesante que me tiene yendo y viniendo del sur chico. No me deja mucho tiempo extra para caminar por Lima y tiene mi cabeza envuelta en ideas de cambio. Una larga y algo romántica excusa para no ir a galerías ni museos por algún tiempo. Pero eso lo solucionaré esta semana. Sé que Luana Letts inauguró muestra en Vértice, que José Antonio Torres está en Índigo, que el Festival de Cine de Lima la está rompiendo, que el microteatro empezó ya hace unas semanas, que en el Centro Cultural Garcilaso de la Vega hay grabados de Szyszlo y un homenaje a Guaman Poma de Ayala, que en el Centro Cultural de España hay una colección de fotografía documental española y que pronto llega el espectáculo de Fuerza Bruta. Pero no, no he podido ir a ver mucho.
Pues uno de estos días en el barrio, salía de tener un rico almuerzo y reencuentro con un viejo amigo y pasé a La Libre, librería que queda en Av. San Martín 144, Barranco, que ya he mencionado antes y es mágica. Llegas y Ana te recibe como muy buena anfitriona con una cálida sonrisa y las mejores recomendaciones de lectura. Podría decirte que a todos los libros que tiene les ha agarrado cariño personal. Yo andaba buscado Kimokawaii, de Enrique Planas, he leído tanta buena crítica, buenos comentarios, buena onda, que me da curiosidad. Me habían dateado que ahí lo tenían. Y sí, está ahí, casi al lado del libro de Renato Cisneros, que también había pensado leer. Empiezo entonces a cargar con el libro que buscaba, el de Renato, uno de Luis Hernández, otro de cambio climático, luego pasé a ver la exposición. Hay una de fotos sobre la cosecha de la quinua, muy buenas imágenes en blanco y negro del español Daniel Lagares. Y ya saliendo algo mágico jaló mi ojo. Una pila de tarjetas color crema amarradas con un lazo de encaje. ¡Qué curiosidad! Pregunté qué era. Ana se para con gran sonrisa, la abre y desde entonces la tengo en mi mesa de noche.
‘Parpadear’ de Daniela Andrade. Fotos hechas con una cámara lomográfica y poesía al anverso. Postales, cartas de juego, una poesía al paso, una imagen, un parpadear. Me puse a buscar un poco de ella y en un video escucho que empieza por decir ‘no sé qué es…’ y yo creo que es una joyita. Es un trabajo hermoso, delicado, bien editado. Fotos a color impresas sobre un papel texturado que te invitan a soñar un poquito, inspirarte. Y no, no cuesta millones, 35 soles. Doble joya, quedan pocos. Viendo este video descubro también que fue un proyecto del 2012. Me llevo esta cajita mágica. Al lado de ella hay varias ediciones independientes, cuadernos ilustrados, los reciclados y muy buenos de Amaru Cartonera y una selección que más que libros son piecitas de arte.
Anda, pasea por La Libre, que no solo tiene hermosas ediciones, sino también un sistema de biblioteca en el que pagando un monto anual muy bajito puedes sacar libros, disfrutarlos, cuidarlos y devolverlos. Tiene un par de sofás donde sentarte y la siempre encantadora sonrisa de Ana. Mientras escribo, cojo una tarjeta de la pila color crema, a ver qué me sale en un parpadeo… ‘Me encantan mis tardes, mis noches. Y todas mis grandiosas madrugadas. Me encanta mi eterna angustia e inseguridad, mis ganas de seguir buscando aun sin saber qué’.