Por: José Barreto
Allá por el 2002, una chica de 18 años de Veracruz, México, le cantaba al mundo que ‘la inocencia se acabó’. Natalia Lafourcade saltó al ojo público como una antagonista de las figuras pop ‘fresa’ que abundaban al inicio de la década.
Ahora, con cinco producciones a cuestas, Natalia dice recién haberse encontrado a sí misma. Y gran parte de ello se lo debe al famoso bolerista mexicano Agustín Lara (1897-1970), a quien le dedicó un disco entero: Mujer Divina (2013), con el que llega a Lima el próximo miércoles 2 de abril.
Publimetro conversó con ella sobre el material que le ha hecho ganar numerosos premios -entre ellos un Grammy- y su nuevo material inédito.
¿Por qué Agustín Lara? Las canciones de Agustín las conocen muchos, y en México todos. Pero el destino quiso que investigara más sobre él y encontré canciones suyas que me explotaron la cabeza.
¿En qué te identifi cas con él? En que somos bastante sensibles. Además, siento que he nacido en una época a la que no pertenezco. Me siento mucho de los años 20 o 30. Por eso la música de Agustín es miel para mis oídos. Me identifiqué con sus letras, la rabia y la melancolía del amor que relata.
Mujer Divina, ¿por qué el nombre? Era para revalorar a la mujer de hoy en día. ¿Acaso no somos divinas todas? Pero personalmente, el disco significa para mí un despertar a ser mujer. Y siento que muchas chicas se han identificado, pero también mucha gente adulta, lo que ha sido bastante grato y sorpresivo.
Son 13 temas y 12 tienen colaboraciones. Desfi lan nombres como Vicentico, Kevin Johansen, Jorge Drexler, Miguel Bosé y un largo etc… Fue muy difícil conseguirlos. Son artistas geniales, pero paran siempre ocupados (risas). Mentira, todos quisieron estar en el disco y eso fue un honor. No tuvo precio ver a Vicentico cantando Piensa en mí…
María Bonita es el único tema sin colaboración y el único en acústico, ¿fue por alguna razón en especial? Es mi oración a Agustín. Es mi manera de pedirle permiso para hacer lo que hago. Este disco es un traje bordado a mano y esa canción es el broche de oro.
Si uno escucha tus discos, se da cuenta de que has hecho lo que has querido… hasta un disco sinfónico (Las 4 estaciones del amor). Sí, y por eso siempre me preguntaba por qué no me despedían de la disquera (risas). De hecho, cuando les presenté Mujer Divina les puse el ojo cuadrado a los de Sony. Las disqueras son difíciles, pero ya comprendieron que soy una artista que busca siempre evolucionar.
Fuera de la música, has hecho cine, eres diseñadora de modas y productora… ¡Sí, pero no quiero hacer nada de eso ya! Solo quiero cantar y estar en el escenario. Antes estaba como perdida y por eso hacía muchas cosas a la vez. Gracias a Agustín me di cuenta realmente, a mis 30 años, de que lo que más me gusta en la vida es hacer música.
Preparas un disco para este 2014, ¿cómo van los temas? Son de 10 a 15 temas que comenzaremos a grabar en junio y están hermosos. Es gracioso porque antes de Mujer Divina no quería componer. Ahora estoy muy inspirada. Todo se lo debo a Agustín.