Por: Ned Ehrbar
No les gusta repetirse, pero con Balada de un hombre común hicieron una excepción. En esta cinta, los famosos directores estadounidenses Joel (59) y Ethan (56) Coen, ganadores de cuatro premios Oscar, nos hacen viajar por la Nueva York de principios de los sesenta, lugar que no habían visitado desde El gran salto (1994).
Ustedes han dicho que este podría ser su último filme hecho en películas físicas… Joel Coen: Bueno, en realidad, no sabemos. Es una cosa de evolución porque no sabemos en este momento cómo estará la tecnología en el futuro. Es posible, quién sabe. Ciertamente, grabar digitalmente es lo que se hace en el negocio del cine hoy, pero aún hay quienes seguimos grabando en películas. Hacerlo a la antigua nos da un aire especial.
Es interesante cómo utilizar la película física se ha convertido en algo de lujo para grabar en estos días… J.C.: La gente dice eso, pero no lo creo. Hay una especie de regla maldita en el negocio del espectáculo que te impide cualquier tipo de ahorro que hayas obtenido por utilizar la tecnología. Tampoco estoy diciendo que hacerlo de la forma tradicional sea más barato.
‘El Gran Salto’ tuvo lugar en el mismo lugar que esta película y casi en el mismo año… Ethan Coen: Es verdad. Esta es nuestra otra película neoyorquina. Y sí, es casi exactamente el mismo año. J.C.: Y también tuvimos una escena en una juguería y en un café (risas).
Tienen cintas muy distintas estilísticamente, pero parecen seguir ustedes un patrón cronológico… J.C.: Sería interesante ordenarlas… ¿Cuál sería la más antigua? Creo que True Grit (2010), luego Miller’s Crossing (1990). Después Oh Brother, Where Art Thou? (2000), y luego… E.C.: Barton Fink (1991), ambientada en 1941.
¿Cuánto influye elegir tal o cual década de la historia para realizar la película? E.C.: Eso define la identidad del filme. No es algo que puedas decidir de forma aislada. Tienes que pensar en la historia y en los personajes que se adecúen perfectamente al tiempo que elegiste. J.C.: Es importante tener todos los factores en cuenta al mismo tiempo para poder simular exactamente la época en la que decidimos ambientarla. Ciertos personajes no calzarían tres o cuatro años después o antes en la historia.
Sobre todo cuando eliges cantantes de folk en Nueva York. El tiempo en el que eso tiene sentido es muy limitado… E.C.: Por eso mucha gente nos pregunta si vamos a hacer alguna secuela para saber qué pasa con los personajes. Solo lo hemos considerado para Barton Fink.