Defensores de los derechos humanos han criticado a la cantante estadounidense Mariah Carey por dar un concierto ante el veterano presidente angoleño, José Eduardo dos Santos, al parecer por un millón de dólares.
Human Rights Foundation acusó a la cantante de haberse dejado “comprar” para divertir a una de las familias más ricas de África, en uno de los países más pobres del continente.
“Mariah Carey no parece tener bastante con el dinero que recibe de dictadores, más de un millón de dólares en esta ocasión”, dijo un militante de este grupo, Thor Halvorssen.
El activista se refería de forma implícita a un concierto que la artista ofreció para uno de los hijos del ex líder libio Muamar Gadafi, muerto en 2011 tras una rebelión que acabó con su régimen.
Carey dio un concierto de dos horas el domingo en una gala organizada en Luanda para la Cruz Roja, en la que se recaudaron al menos 65.000 dólares, según la agencia oficial angoleña Angop.
La web de la agencia muestra a Mariah Carey cantando con un vestido rojo a lo papá Noel, y posando con Dos Santos y su hija Isabel.
El evento fue patrocinado por una compañía de telefonía móvil propiedad de Isabel Dos Santos, la séptima persona más rica de África según la revista Forbes, que además preside la Cruz Roja Angoleña.
“Es un triste espectáculo ver a una artista internacional comprada por un Estado policial despiadado, para entretener y lavar una cleptocracia formada por padre e hija que ha amasado ilícitamente una fortuna de miles de millones de dólares, mientras la mayoría de los angoleños vive con menos de dos dólares al día”, dijo Halvorssen.
En 2008, Carey dio un concierto para Seif al Islam Gadafi, hijo del ex líder libio. Tres años más tarde dijo que se sentía “muy mal y muy molesta” por su actuación.