El actor estadounidense está próximo a estrenar su más reciente película, ‘La vida secreta de Walter Mitty’, una versión de la cinta de mismo nombre de 1947, dirigida por Norman Z. McLeod la cual fue inspirada en un cuento de James Thurber. La versión de Stiller seguramente dará mucho de qué hablar por su poderosa mezcla de fantasía surrealista y comedia divertida y conmovedora al mismo tiempo.
Publimetro habló con él acerca de esta nueva aventura cinematográfica, la cual considera su trabajo más adulto hasta el momento y el cual describe como un filme para acercarse a las emociones.
¿Cómo fue la experiencia de esta película en la que no solo protagoniza, sino dirige?
Para mí fue explorar un nuevo territorio, y tenía un poco de miedo porque era un camino difícil de explorar. Ha tenido tantos aspectos, desde trabajar en los efectos visuales, ir a Islandia, el elenco. Pero en serio, son un montón de cosas diferentes y, por lo que creo, es buena.
¿Los viajes podrían ser su debilidad?
Me encantaría viajar más. Ya tengo ganas de viajar con mis hijos. Solo estoy esperando a que quieran viajar conmigo. Ya sabes, ir a diferentes lugares, me encantaría ir a Asia. He estado en Japón, pero nunca he estado en China. Quiero explorar y no tener una vida de trabajo estructurado, sino con más tiempo libre para ver lo que sucede en el mundo.
¿Por qué retomar una historia clásica?
Recuerdo haberla leído cuando era un niño en la escuela y había un montón de cosas, como las frases en el protagonista, que yo no entendía muy bien. Así que lo retomé para mostrar a un Walter que siempre está pensando en lo que quiere hacer o ser, pero él no está allí en ese momento imaginario.
¿Qué quiere que la gente encuentre en esta cinta?
Espero que la gente realmente disfrute de ella e ir adelante por todo el paseo visual. Yo diría que es una película muy ausente de cinismo. En ese nivel, creo que es genial para restar importancia a las expectativas (risas). Pero espero que la gente la disfrute y se conecten con ella.
¿Cómo le fue con los tiburones?
(Risas) Esperé en el mar hasta que aparecieran. Las olas eran lo suficientemente grandes como para que pudiéramos rodar la escena, por lo que pudimos saltar en el agua y que nos arrastrara. ¿Estaba usando tiburones reales? Ah, sí. No, no. Tuvimos tiburones falsos (risas). Sigo trabajando con los tiburones falsos.
¿Por qué darle un papel tan importante a la canción de David Bowie?
En primer lugar la canción de Bowie es increíble (‘Space Oddity’). Tiene esa emoción y siempre ha tenido eso y quedó exacta en ese contexto.
¿Qué tipo de retos le gusta enfrentar?
Cualquiera que hace películas entiende que es muy difícil conseguir que todos los elementos encajen, y eso es a cualquier nivel. Cada película tiene su propio conjunto de desafíos. Creo que el desafío de esta película era simplemente que no es una película de estudio típica.
Todo comenzó con el guión de Steve (Conrad) y su disposición a reinterpretar la historia y no simplemente rehacer el original, sino para llegar a algo diferente. Fue un largo camino para llevar la película hasta el punto en que le dieron luz verde, porque cada paso que dio fue un salto de fe. Tuvimos que hablar sobre el tono de la película y de cómo la comedia y la emoción se compensarían. Cuando la ves, te das cuenta de que tiene un tercer acto no muy tradicional, y no son un montón de robots gigantes (risas).
¿Qué parecido tiene con Walter Mitty?
A veces me siento acorralado por un mundo cada vez más despersonalizado y electrónico que todo lo está cambiando rápidamente. Me gusta la parte en que se convierte en un soñador, y es un tipo héroe que está en constante lucha por un mundo mejor y más justo.
En sus palabras
‘Lo que me encanta de esta historia es que no puede ser clasificada. Tiene comedia, drama, es una historia de aventuras, es real y es fantásticamente hiperreal. Para mí, representa todas esas cosas que imaginamos de nosotros mismos y del mundo, pero que nunca decimos’ Ben Stiller. Actor, director y productor.
Historia
Remake de La vida secreta de Walter Mitty (1947), película dirigida por Norman Z. McLeod e inspirada en un relato de James Thurber. El tímido empleado de una editorial consigue evadirse de su gris existencia imaginando que es el protagonista de grandes aventuras; un día, su sueño se hace realidad cuando conoce a una misteriosa mujer que le implica en una peligrosa misión.