Por: José Barreto
Cuando se habla del autismo, es usual que la gente le de un aire de ‘seriedad’ al tema. Sin embargo, ese no fue el caso del cineasta peruano Alonso Mayo (34), director y guionista de La historia de Lucas, largometraje que aborda por primera vez este tema desde la comedia.
‘El reto era tomar esta temática tan importante, pero no hacerla pesada. Quería hacer algo entretenido. Es que, personalmente, durante los varios años en los que he tenido contacto con estas personas con habilidades especiales, si bien he visto a gente pasar por momentos difíciles, también vi muchas sonrisas y situaciones bastante bonitas’, nos comenta el cineasta.
Y es que Alonso es hijo de Liliana Mayo, fundadora y actual directora del Centro Ann Sullivan en el Perú, que brinda educación a niños y adolescentes especiales.
Tal experiencia, nos cuenta Alonso, fue el germen del guion que comenzó a escribir en el 2007, donde quiso plasmar el camino desde la niñez hasta la adultez de las personas con autismo, pero con la premisa de desmitificar que su transición sea muy distinta a la de todos nosotros.
‘Lucas es un joven de veintitantos años que te cautivará no por ser una persona con autismo, en apariencia tan diferente a ti, sino que por el contrario, es similar a todos nosotros en la forma más básica. Lucas quiere conseguir un trabajo, una novia y vivir independientemente’, comenta el director sobre el protagonista de su película, interpretado por el actor estadounidense Lou Taylor Pucci.
La historia comienza cuando Lucas, un joven con Asperger (trastorno de la personalidad que forma parte del espectro autista) ve alterado su mundo tras la muerte de sus abuelos, quienes lo tenían a su cargo, y su obligatoria mudanza a la casa de familiares que nunca había visto y que lo ven al principio como una carga. En su soledad, Lucas intenta seguir los consejos de su abuelo: ‘Sal y vive como cualquier chico de tu edad’.
Su magistral manejo del humor ha llevado a esta película a ganar más de veinte premios y reconocimientos internacionales, como el galardón a Mejor Película en el Festival de Cine de San Diego 2012. Y a pesar de que la recepción ha sido buena en el extranjero (se exhibirá en varias salas europeas), el sueño de Mayo, quien radica en Los Ángeles, EE.UU., es que sus compatriotas la vean. ‘La historia es inspiradora y sutil. Ojalá que la puedan pasar hasta por televisión peruana’, espera Mayo.