Muere Giant George, el perro más alto del mundo

Los amos del can aprovecharon la fama de la mascota para promover el cuidado y adopción de perro abandonados.

Desde su fanpage con más de 190 mil seguidores, los amos de Giant George ‘humanizaron’ al tremendo gran danés, famoso por ser el más alto del mundo. Gian George mandaba saludos a sus amigos de Estados Unidos y de América Latina. Compartía historias de perritos en abandono en busca de ayuda y mostraba fotos de sus peludos compañeros de ruta.

El 17 de octubre, Giant George murió y el anuncio en Facebook paralizó a sus fans. “Con gran tristeza anunciamos que Giant George murió anoche. George falleció pacíficamente rodeado de sus seres queridos, un mes antes de su octavo cumpleaños. Apreciamos el amor y el apoyo que le han dado a Giant George en los últimos años. Esperamos poder honrar su espíritu continuando sus obras de caridad. Sus pensamientos y oraciones son muy apreciados”, escribieron sus amos. El mensaje fue compartido más de 5 mil veces. Aunque no se detallan las causas de su deceso, todo hace indicar que estaba mal de salud, quizás por su gran tamaño.

Dave y Christie Nasser, cuenta Daily Mail, lo adoraron desde que tenía siete meses y llegó a casa. Era el más grandote de una camada de 13. Medía 2,1 metros de largo desde la nariz hasta la cola, 1 metro desde el piso hasta su hombro y pesaba más de 110 kilogramos. Pero al nacer era el más pequeño del grupo. De pronto, empezó a crecer y crecer. En 2010, Récords Guiness lo nombró el perro más grande del mundo y todo cambió para él y para sus dueños.

“Después de cinco meses todavía actuaba como un perrito persiguiendo su cola”, contó Dave. Su tamaño sorprendió. En el parque local, los vecinos se preguntaban por qué era tan grande y temían que dañe a otras mascotas. Pero George era apacible y no atacaba a nadie. Adoraba el pollo frito y en los últimos meses fue obligado a bajar de peso.

Una celebridad

George no fue adoptado. Lo compraron y llegó en avión hasta sus dueños. Según contó Dave en una entrevista, encontró al cachorro en un anuncio clasificado de un periódico y se enamoró de él. “Nunca pensamos que estábamos comprando al perro más grande del mundo”, comentó.

Tras el título Guiness, George se convirtió en una celebridad. Su cama de tamaño ‘queen’ (de más de metro y medio de ancho) fue fotografiada muchas veces, y sus paseos en carritos de golf o sus siestas sobre una alfombra eran captados por la prensa.

A George no le gustaba el agua. Era obediente, pero sus dueños tenían que enfrentarse a él cada vez que le tocaba baño. George tenía fobia al agua. Su aparición en el show de Oprah Winfrey fue lo que faltaba para alcanzar la fama total. Posteriormente, con el auge de las redes sociales, el hermoso perro ganaría amigos de todas partes del mundo.

El pequeño hijo de la pareja fue el engreído de George. “¿Temen que lo aplaste?”, preguntaron a la pareja cuando la criatura tenía pocos meses de nacida. Los amos del perro más grande del mundo respondieron que George era muy cuidadoso, pero tomaban sus precauciones. Nunca ocurrió nada. George jamás pisó al niño y el niño lo adoró, era como su hermano mayor.

Los amos de George se empeñaron en ayudar a las mascotas abandonadas. Y aprovecharon para bien la fama de su gran perro vendiendo una serie de productos en su web. Tazas, polos y gorros tenían la imagen del gran danés de tierna mirada. Incluso, sacaron un libro sobre sus vivencias y lo hicieron una estrella de Facebook, Twitter, YouTube y Pinterest. El objetivo de todas sus acciones era ayudar y así lo hicieron, y esperan continuar.

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