¿Bebés DJ? En Nueva York todo es posible

La compositora Natalie Elizabeth Weiss enseña a niños de menos de tres años música electrónica, hip-hop y house.

Si el yoga para bebés le parece pasado de moda y las canciones infantiles antediluvianos, una nueva moda neoyorquina podría interesarle, ya que acaba de abrirse una escuela para bebés DJ.

La escuela funciona en Brooklyn (sudeste de Nueva York) y fue creada por Natalie Elizabeth Weiss, DJ, compositora y dramaturga, que ofrece cursos de ocho sesiones para enseñar a los bebés hip-hop, el arte de pinchar y, a los más talentosos, la guitarra imaginaria.

En Nueva York, donde la competición por la educación de los niños desde una temprana edad es feroz, nada es demasiado arriesgado, pretencioso o caro para algunas familias.

Los clientes de Weiss son parejas de buena posición económica de Brooklyn, dispuestas a hacer todo lo posible para ayudar al desarrollo y formación de sus hijos.

“Los padres adoran esto, están como locos. Quieren que todos sus amigos vengan. Cada vez tengo más gente en mis cursos”, dice Weiss a la AFP.

Con canciones propias como “Es por esto que a mi papá le gusta la música disco” y equipamientos modernos de DJ, Weiss enseña a niños de menos de tres años música electrónica, hip-hop y house, y les explica cómo tener ritmo y crear sampleos de música funk.

“¡Bebés DJ, alcen los brazos, vamos, vamos!”, rapea la joven al inicio del curso en el que participan cinco pequeños sentados o caminando con dificultades sobre una alfombra de una tienda de ropa retro y vinilos.

Algunos bebés sonríen y parecen interesados. Los padres los ayudan a alzar los brazos al ritmo con la música.

Weiss estima que las canciones infantiles tradicionales no los estimulan lo suficiente y les ofrece ritmos más pegadizos y la posibilidad de mezclar canciones.

“Son verdaderos genios”, comenta a un canal de televisión local que se encuentra filmando el curso.

“Todo esto tiene mucho sentido”

A los niños, visiblemente, les gusta presionar los botones de su bandeja de DJ, pero les cuesta mantenerse concentrados durante los 45 minutos que dura la sesión.

“Intentemos el movimiento del brazo tipo disco” a lo John Travolta, grita Natalie Weiss.

Un bebé se rasca la nariz, otro arroja un disco al suelo. Los padres, en cambio, están fascinados.

Alexis Langsfeld, madre de la pequeña Ellie de 20 meses y médica, no oculta su emoción: “Esto combina la exploración del mundo, la física y la música”, asegura.

Su hija es aún muy pequeña para comenzar con el violín o los cursos de música tradicional, por lo que la idea de la escuela de bebés DJ le parece excelente.

“Se trata de deslizar y empujar. Todo esto tiene mucho sentido”, estima, contenta de la posibilidad para los niños de crear “su propia música”.

Warren Bernard, profesor de arte, vino con Charles, de 22 meses, para su segunda clase. “Me dije: clases de DJ para bebés, veamos de qué se trata esto”, confía.

“La gente lleva sus hijos a cursos de natación… Hay cosas mucho peores para un bebé”, ironiza.

Natalie Weiss, que ya ha creado cursos de música electrónica experimental para niños más grandes, tuvo la idea de esta escuela para bebés tras haber enseñado al hijo de una amiga cómo funcionaba su bandeja. El niño se convirtió en uno de sus alumnos más entusiastas.

“Le mostré los rudimentos básicos, los aprendió así de rápido”, dice chasqueando los dedos.

“Ya trabaja con los botones y palancas de todos sus juguetes. No es más complicado apretar el botón del volumen que empujar un trencito de madera sobre sus rieles”, agrega.

Celeste Kidd, profesora especialista en ciencias cognoscitivas en la Universidad de Rochester, estima que hacer música ofrece a los niños muchas posibilidades.

“Los niños pequeños son en general muy buenos para identificar las actividades que mejor van con sus necesidades de desarrollo”, explica a la AFP.

“Hay muchas posibilidades de aprendizaje en el juego musical, incluyendo el hecho de jugar a ser DJ, si un niño se interesa y alguien está dispuesto a prestar su equipamiento a un bebé”, afirma.

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