Por: Ned Ehrbar
Miles Teller es de aquellos actores que no se niega a nada cuando trabaja en una película. Sin embargo, como aprendió en La gran fiesta, comedia dirigida por los guionistas de la exitosa ¿Qué pasó ayer? (Jon Lucas y Scott Moore), hay ciertas cosas que demandan más que buenas intenciones.
Metámonos de lleno al asunto de la desnudez. En la cinta, hay algunas escenas atrevidas. ¿Cómo te preparaste para ellas? No lo hice. Cuando te metes de lleno en una película, hay que aceptar todo lo que ello implica. Para el desnudo intenté hacer algo de ejercicio mientras pude, aunque al momento de filmar ya fue más complicado. Y sobre la escena del beso con otro hombre, bueno… traté de huir de ella lo más posible.
¿Te molestó hacerlo? ¿Besar a un hombre? Sí, inevitablemente. Pero me sacrifiqué por la comedia. En un momento, los directores querían que usara la lengua, pero dije: ‘No, eso no es para nada gracioso’.
Jon Lucas y Scott Moore son conocidos por ir muy lejos con sus bromas. ¿Hubo alguna otra cosa en la que tuviste que ponerles un pare? No… Bueno, hubo una escena donde estoy esposado y recibiendo nalgadas. Recuerdo que el grillete se rompió y tuve que agacharme con todas estas chicas alrededor y pensé: ‘Perdonen por mostrarles el trasero’. Fue vergonzoso, pero se arregló. El humor de este guion es muy inteligente. Está bien escrito, no es una comedia tonta. No hice cosas cursis ni nada por el estilo.
¿Cuál es tu peor anécdota en lo que a alcohol se refiere? Solo una vez me he intoxicado con alcohol. Vomité cosas negras y me asusté. Nada negro debe salir de tu cuerpo, ¿me entiendes? (risas) y menos de tu boca. Hay algunas otras cosas locas que he hecho, pero no son dignas de recordar. No fueron cosas buenas.
¿Se puede comparar esta loca película con tu experiencia en la universidad? En lo más mínimo. Es decir, la New York University es como Nueva York. La ciudad es una universidad en sí misma. En mi época universitaria, fumé mucha marihuana y jugaba videojuegos todo el día. Eso fue casi todo lo que hice. Crecí en Florida, donde hay un tipo de fiesta universitaria muy estereotipada. A mi modo de ver, en cualquier lugar donde haya sol, estudiantes y un buen equipo deportivo, siempre se podrá hacer una fiesta muy divertida y extrema.