¿Hay racismo en la moda? Diseñadores y profesionales lo niegan

Una corriente encabezada por la ex modelo top Naomi Campbell denunció la ausencia de negras en las pasarelas.

¿Hay racismo en la moda? Los diseñadores lo niegan, pero caminan pisando huevos como sus modelos.

Junto a la norteamericana Bethann Hardison, otra exmodelo convertida en activista, Campbell envió una carta a las cámaras sindicales de la moda de Nueva York, Londres, Milán y París para denunciarlo, justo antes de que empiecen los desfiles de la temporada de prêt-à-porter primavera-verano 2014.

“Temporada tras temporada, las casas sólo tienen una o ninguna modelo negra. Aunque no sea intencional, el resultado es que hay racismo”, escribieron.

La prensa, sobre todo de Estados Unidos, alimenta un debate sobre el tema, aunque en el mundo de la moda nadie parece querer dar crédito a la premisa.

La denuncia apunta a decenas de marcas, incluyendo las casas de moda más famosas como Chanel, Calvin Klein, Balenciaga o Marc Jacobs.

El presidente de la cámara sindical de la moda de París, Didier Grumbach, rechazó de plano la acusación. “Tenemos cien desfiles de 22 nacionalidades distintas. No veo cómo podría tildársenos de racistas”, sostuvo.

Lo cierto es que una abrumadora mayoría de modelos son actualmente chicas de origen caucásico, pocas de otras etnias y una cantidad menor aún, africanas.

Según Campbell, que en 1987 fue la primera modelo negra en salir en la tapa de Vogue Gran Bretaña, sólo un 15% de las modelos que participaron el mes pasado en la Fashion Week de Nueva York no eran blancas.

La ex mannequin acusa incluso a la industria de la moda de contratar a menos modelos negras que en los 70s u 80s, cuando Yves Saint Laurent y otros hacían desfilar en sus pasarelas a muchas bellezas del continente negro.

Muriel Beal es una brasileña blanca que a los 31 años tiene bastante experiencia en las pasarelas. “No hay muchas modelos negras”, deplora. “Me gustaría que hubiera más”. Pero cuando se le pregunta si la causa de esa ausencia es el racismo contesta: “Depende…”.

El tema es bastante espinoso porque no sólo toca la cuestión del racismo sino otros temas muy subjetivos como los cánones de belleza y el deseo (el motor de la moda) u otros más concretos pero cambiantes, como los mercados.

“Al poner una modelo asiática, es obvio que el objetivo es llegar al mercado del sudeste asiático, que se ha vuelto esencial para todas las marcas”, explica Serge Carreira, profesor en el Instituto de Ciencias Políticas de París, especializado en la industria del lujo.

A eso se suma el hecho de que en Asia, las modelos top como la china Liu Wen son tan famosas como una estrella de rock o de cine.

“Yo no solo hago desfiles para las blancas, pero no tengo cupos”, aclara el diseñador belga Antony Vaccarello, conocido por sus modelos muy sexy y pegados al cuerpo. “Elijo las chicas que me gustan”, explica.

Su desfile incluyó una mayoría de modelos blancas, pero también varias asiáticas y una mestiza bellísima de 19 años, Mailaika Firth.

Vive en Londres y su patrimonio genético es epítome de diversidad: su padre es mitad británico mitad ugandés, su madre mitad suiza y mitad keniana.

Dice que nunca se sintió discriminada, aunque su carrera recién empieza. “Acabo de comenzar en el sector, pero hasta ahora, nunca viví nada que se asemeje al racismo”, comenta.

El exitoso diseñador portugués Felipe Oliveira Baptista, que incluyó una negra en su desfile, explica que siempre intenta “tener diversidad”.

“Luego, es una cuestión de feeling y del look de las chicas. Lo importante no es que sea negra, blanca o amarilla”.

Didier Grumbach recuerda que hubo épocas en que “las modelos más lindas eran negras. Esas cosas cambian. Hay períodos en que somos más europeos”, agrega el presidente de la cámara francesa.

Con solo ver uno cualquiera de los desfiles de la Semana de la moda de París se constata que las chicas ultrablancas, y en particular las rusas, ucranianas o de otras repúblicas de la exUnión Soviética, tienen viento en popa.

Pero las asiáticas comienzan a pisarles los talones. “Desde hace 2 o 3 semanas, hay una ola a favor de las modelos asiáticas, sobre todo chinas”, señala Virginie Deren, de la agencia Ford Models Europe. “Las revistas y los creadores nos están pidiendo muchas chinas”, agrega.

Los argumentos de los profesionales de la moda dejan escépticos a algunos. Laura Bestle, una alemana de 23 años que estudia comercio internacional, sospecha que algunas marcas ponen una sola modelo negra “para quitarse de encima las críticas”. Según ella, la idea de que no se las contrata porque no son apropiadas para cierta ropa es “solo una excusa”. “No me la creo”, remata.

El diseñador norteamericano Rick Owens presentó su colección el jueves pasado en París sin recurrir a las modelos habituales. Abrió su pasarela a mujeres sin duda más cercanas a lo que sería un promedio mundial, con abundante presencia de modelos de color bastante rellenas, ante la mirada perpleja de “fashionistas” y críticos de moda.

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