Que la gente no te ayude duele literalmente, por lo menos así fue para el artista Tony Weingartner, quien se tatuó una línea por cada auto que pasaba frente a él sin detenerse.
Parado a un lado de una autopista, Weingartner alzaba la mano para pedir a los conductores que lo lleven a unos kilómetros de distancia. Su compañero, Chifumi, tenía la labor de tatuar la línea cada vez que un auto no se detenía.
La mala suerte de Weingartner hizo que pasaran 48 autos hasta que uno se detuviera a ayudarlo.