La joven cantante asistió a un programa de rehabilitación durante tres meses en noviembre de 2010 para recuperarse de un trastorno alimenticio y frenar sus deseos de autolesionarse, sin embargo la artista es consciente de que no puede reponerse plenamente aunque hace lo imposible por mantener los trastornos bajo control.
“No puedo decirte que no he vuelto a vomitar desde que acabé el tratamiento y que no me he vuelto a cortar. No soy perfecta”, declaró en el documental Stay Strong de la MTV.
“Un adicción es obsesiva, algo que se mete en tu mente y en cada pensamiento. Crees que no puedes vivir sin ello. Para mí no significa que coma y luego lo eche y me haga daño”, señaló.
La actriz, que también fue diagnosticada con trastorno bipolar durante el tratamiento, afirma que sus problemas surgieron de la inseguridad al sentir que “vivía una mentira”.
“Me miraba al espejo y nunca me sentía bien del todo. Sentía que vivía una mentira. Luchaba contra todo este dolor emocionalmente. Y me sentía culpable y avergonzada. Entonces decidí liberarme de ello autolesionándome”, declaró.
A pesar de que Demi saltó a la fama de la mano de Disney con el programa ‘Sonny entre estrellas’, no tiene planes inmediatos de volver a la televisión y prefiere centrarse en la música y en sus fans a los que cariñosamente llama Lovatics.
“Si me quitan la música ya no me quedaría ninguna razón para vivir”, afirmó. “Cada vez que alguien me pide una foto o un autógrafo, incluso si tengo un mal día y estoy de mal humor pienso: ‘No eres nadie sin esta persona’. Ellos hacen que sea especial”, añadió la artista.