El humorista británico Sacha Baron Cohen llegó el domingo a la alfombra roja de los Oscar vestido del dictador de su próxima película, con una urna con “las cenizas” de Kim Jong-il, que “accidentalmente” dejó caer sobre su entrevistador Ryan Seacrest.
A pesar de que la Academia había pedido al actor de “Borat” y “Bruno” que no usara la alfombra roja para promocionar su filme – que se estrenará más tarde este año -, Cohen llegó vistiendo la profusa barba negra y el uniforme militar de su personaje, el líder militar de la ficticia República de Wadiya.
Cuando el periodista le preguntó quién lo había vestido, Cohen respondió: “Galliano. Pero las medias son de Kmart (un supermercado económico). Como me dijo una vez Saddam Hussein, las medias son medias, no gastes tu dinero en eso”.
Los Oscar “me dan la oportunidad de traer a mi querido amigo y pareja en los dobles de tenis, Kim Jong Il”, dijo Cohen. “Él soñaba con venir a los Oscar y ser rociado sobre la alfombra roja y el pecho de Halle Berry”. Luego simuló que perdía el control de la pequeña urna dorada y roció enteramente el negro esmoquin de Seacrest con un polvillo parecido a cenizas. “Si alguien te pregunta qué estás usando, puedes decir Kim Jong Il”, dijo Cohen.
El entrevistador no pareció muy divertido por el supuesto accidente, pero sus co-animadoras Kelly Osbourne y Giuliana Rancic le dijeron que había tenido suerte porque de todas las personas, ‘El Dictador’ lo eligió para esta broma que alcanzaría fama mundial.