Cristiano Ronaldo alcanzó un récord más en su carrera, tras llegar a los 801 goles como futbolista profesional.
El delantero portugués está a cuatro tantos del máximo anotador en la historia, Josef Bican, austriaco que sumó la cantidad de 805.
Durante más de 15 años, Cristiano ha mantenido un gran nivel deportivo, lo que lo tiene como uno de los futbolistas más destacados del obre.
Junto a Messi ha batallado por la supremacía, por lo que su nombre ya está asegurado en los libros de historia del balompié mundial.
Sin embargo, no todo siempre fue miel sobre hojuelas en la vida del atacante lusitano, puesto que sus primeros años de vida estuvieron rodeados de muchos factores que formaron su carácter.
Ronaldo nació en Sao Pedro, Fuchal, en la isla de Madeira, Portugal. En especifico, creció en un barrio de escasos recursos llamado San Antonio.
El ariete compartía cuarto con sus tres hermanos, Hugo, Elma y Katia. A corta edad, el portugués mostró sus dotes con el balón, lo que llamó la atención de sus seres más cercanos.
Sus primeros pasos en el terreno de juego se dieron en el modesto club de Andorinha, en donde atrajo la atención del Club Deportivo Nacional, una institución con mayor peso en el balompié lusitano.
Poco a poco comenzó a destacar en divisiones inferiores, hasta que el Sporting de Lisboa, equipo más importante de Portugal, se hizo con su carta y lo fichó.
Esta no fue una decisión sencilla, pues con 12 años tuvo que dejar su casa, para buscar triunfar en el balompié profesional.
Sus primeras semanas fueron complejas, la nostalgia era parte de su día a día, ya que extrañaba a sus seres queridos.
Incluso, el delantero llegó a pasar hambre, por lo que junto a otros compañeros iba a McDonald´s, esperando que les regalaran algunas hamburguesas de las que sobraban en el día.
Pero la fortaleza mental acompañó a CR7 en su camino, por lo que a los 17 años consiguió debutar en Primera División.
Al año siguiente, Cristiano llamó la atención de varios clubes en el Viejo Continente, pero el Manchester United se hizo con sus servicios. El resto es historia.