Un triunfo de Perú ante Colombia es positivo al ser un objetivo que se consigue a corto plazo, e implica que además hay un esfuerzo de por medio de parte del equipo.
Sin embargo, desde el punto de vista del desarrollo de competencias, es importante enfocarse en el desarrollo a largo plazo y comprometerse con el trabajo con los jóvenes talentos, para que cuando los integrantes actuales del equipo culminen su ciclo, podamos tener a quienes cubran sus espacios.
‘Las escasas referencias de triunfo y el no haber participado en un Mundial desde hace más de 30 años nos lleva a tener impregnada la cultura cortoplacista’, señaló el Jefe de Liderazgo para el Desarrollo de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa, Enrique Pérez-Wicht.
Enrique Pérez-Wicht agregó que, debido a ello, cuando hemos tenido técnicos que no lograron los resultados a corto plazo se les despedía. Por eso hay tanta rotación tanto a nivel de Selección como en el fútbol peruano en general.
‘A largo plazo podemos tener resultados que, si bien nos van a costar más, serán a la vez de dimensiones más amplias y de mayor satisfacción para todos’, puntualizó el especialista de la Universidad Católica San Pablo.
En este contexto, independientemente del resultado que obtenga la Selección, Enrique Pérez-Wicht compartió cuatro recomendaciones para asumirlo de la forma más positiva posible:
Pensar a futuro. Al margen del marcador, es importante valorar tanto el proceso como el resultado final. Y el que hemos vivido con Gareca ha sido extraordinario en comparación a los que atravesamos anteriormente.
Asumir el proceso a largo plazo. Sin perder de vista el resultado, debemos centrarnos en lo más importante, que sería empezar a trabajar con las canteras de manera ordenada y disciplinada, pensando que podríamos convertirnos en la Selección que nunca más dejó de ir a un Mundial.El aprendizaje efectivo implica dolor. Cuando nos caemos o fracasamos, debemos aprender a tomar decisiones más con la cabeza y no tanto con la emoción. Es momento de pensar más que de sentir, pero sin dejar de lado el sentimiento.
El fútbol es parte de nuestra cultura. Si las decisiones que se toman en el país son adecuadas y orientadas al largo plazo, entonces se reflejarán en el deporte como en otros campos o disciplinas. El fútbol no es una instancia aislada de la cultura, sino que es consecuencia de las decisiones que se asumen.
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