Los 100 metros es una de las carreras más cortas y populares del atletismo. Dura unos segundos, pero para tener un buen rendimiento se requiere entrenamiento, fuerza y una potencia considerables.
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La carrera tiene varias fases: la salida, la aceleración y la velocidad de punta. Una buena salida es crucial. Los corredores colocan sus pies en los tacos de salida para poner su cuerpo en posición de aceleración.
La inclinación de los tacos debe ser de unos 45°. A nivel de las manos, el pulgar y el índice están alineados en la línea de partida y con los hombros abiertos.
En la fase de salida, una de las piernas se estira para atrás antes de efectuar rápidamente el primer paso. La pierna de delante se estira con toda su potencia para propulsar al atleta hacia adelante. La cadera se posiciona en extensión y el cuerpo, a 45°.
Pero, paciencia. La salida está vigilada por unos sensores que unen la pistola con los tacos. Si se hace una salida anticipada, se avisa a los corredores y se descalifica al culpable.
Los velocistas alcanzan normalmente su velocidad de punta entre los 50 y los 60 metros. Su cuerpo está ya enderezado. Los mejores pueden alcanzar una velocidad cercana a los 40 km por hora.
El jamaicano Usain Bolt batió el récord del mundo de los 100 metros en 2009, con 9,58 segundos. El record femenino, de 10,49 segundos, lo tiene desde 1988 la estadounidense Florence Griffith Joyner.
Fuente: AFP