Ibtihaj Muhammad es la primera atleta estadounidense que competirá en unos Juegos Olímpicos vistiendo un velo islámico.
Ser mujer, afroamericana y musulmana la coloca en el foco de atención en medio de la retórica electoral de Donald Trump, a quien señalan de alimentar prejuicios contra estos grupos minoritarios.
Pero en Rio, la esgrimista de 30 años se ha trazado un objetivo más allá de lo deportivo.
Creo que los musulmanes están bajo el microscopio y espero cambiar la imagen que la gente podría tener de las mujeres musulmanas’
Muhammad encontró en el deporte una oportunidad de crecimiento personal en el ambiente de discriminación que enfrentó durante su juventud.
Probó varias disciplinas hasta que ella y su madre coincidieron en que la vestimenta de esgrima se ajustaba a sus creencias religiosas.
‘Crecí en Maplewood, Nueva Jersey, una comunidad muy muy diversa y amaba el ambiente en el que estaba. Amaba que siempre me sentía incluída y nadie me hacía sentir diferente. Fue algo con que luché definitivamente, viajar a otras escuelas y viajar a comunidades diferentes y que me dijeran que mi color de piel, mi religión, hacían sentir incómodos a los demás’, señaló Ibtihaj.
Su habilidad como esgrimista se convirtió en el pasaporte que le permitió cursar relaciones internacionales y estudios africanos en la prestigiosa Universidad de Duke.
Y aunque Ibtihaj evitó especular sobre lo que podría pasar si Donald Trump llega a la Casa Blanca, espera que su papel en Rio tenga una influencia positiva en su país.
Fuente: AFP