Pelé y Maradona, dos viejos enemigos. El jueves parecieron dejar de lado sus diferencias y brindaron imágenes de conciliación y amistad poco habituales.
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Una marca relojera los unió en París para un “partido de la amistad” en el que fueron los entrenadores de dos equipos de estrellas veteranas, en la víspera del inicio de la Eurocopa de Francia.
En el equipo blanco, de Pelé, estaban sus compatriotas Dida y Bebeto, junto al español Fernando Hierro, el inglés Rio Ferdinand y el argentino Hernán Crespo.
Maradona dirigió al equipo negro, con los italianos Angelo Peruzzi, Ciro Ferrara y Marco Materazzi, el holandés Clarence Seedorf y el francés David Trezeguet.
Y se sacó las ganas de patear al arco, al jugar en la segunda mitad, con el 10 a la espalda. Pelé siguió el partido desde fuera.
En el pasado, las relaciones entre los dos mitos del fútbol sudamericano y mundial han sido de todo menos amistosas.
Fundamentalmente por su rivalidad por ser considerado el mejor futbolista del siglo XX y con ello seguramente de la historia.
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El jueves, aunque sea por unas horas, se prodigaron elogios. Tal vez para no generar más disputas, el partido terminó con un empate 8 a 8.
Foto: AFP
