Después del 0-0 en Buenos Aires y darse el mismo marcador en los 90 minutos y la prolongación en la capital colombiana, el ‘cardenal’ fue más efectivo desde el punto blanco con las anotaciones del argentino Omar Pérez, el venezolano Luis Seijas y Leyvin Balanta.
“Fue una final durísima”, admitió el técnico local, el uruguayo Gerardo Pelusso, quien valoró a su rival y añadió que “lo de Huracán es fantástico, es tan meritorio, vienen de la B y llegaron hasta acá”.
El partido se caracterizó por la impotencia de los atacantes ante el férreo esquema defensivo de ambos conjuntos, especialmente del ‘Globo’, que desesperó por momentos a la hinchada y al equipo local.
Se trata del primer título internacional de Santa Fe en 74 años de historia, en las que sus mejores presencias habían sido dos subcampeonatos en la Copa Conmebol 1996 y la Copa Merconorte 1999.
Además, Santa Fe logró al ganar la Sudamericana un lugar en la Copa Libertadores de América 2016 y disputará la Recopa Sudamericana del próximo año contra River Plate de Argentina, actual monarca de la Libertadores.
El partido comenzó con una clara opción de gol de Huracán antes de completarse el primer minuto de juego ante un error compartido entre el zaguero Leyvin Balanta y el arquero Róbison Zapata, pero el atacante Ramón ‘Wanchope’ Ábila no pudo embocar el balón solo frente al arco local.
“Hicimos un partido muy bueno. Morimos de pie”, dijo con algo de molestia el volante del ‘Globo’ Carlos Arano.
El ‘cardenal’ pasó el susto, se apoderó de la mitad de la cancha proponiendo paredes y abriendo el juego por el costado derecho, mientras el ‘Globo’ montó un esquema de cuatro defensas, un volante de contención y cuatro mediocampistas en una línea rígida para defender.
El encuentro se convirtió en una lucha en la mitad del campo con pelotazos esporádicos del visitante buscando a Ábila y del local a Wilson Morelo, pero sin precisión y con poco espectáculo para la tribuna cada más nerviosa.
Para el segundo el segundo tiempo Santa Fe trató de apurar el ritmo de las acciones poniendo velocidad al juego, mientras que el once argentino se refugió en su propio campo liderado por el volante Federico Vismara, quien se convirtió en el eje defensivo y una de las figuras de la cancha.
Mucha lucha, poco fútbol
Espoliado por sus hinchas, el ‘León’ luchó cada balón y trató inclinar la cancha a su favor, pero la falta de claridad en la generación de juego y la tranquilidad de la zaga del ‘Globo’ tornaron el partido poco atractivo.
El técnico uruguayo Gerardo Pelusso trató de dar creatividad al juego con el ingreso del volante argentino Omar Pérez, pero Santa Fe se estrelló continuamente contra el muro defensivo del conjunto de Parque Patricios, sin que pudiera evitar que el encuentro llegara al alargue.
La prolongación significó 30 minutos del mismo esquema batallador y por momentos aburrido de los 90 reglamentarios, por la impotencia del local y el poco poder de ataque de los visitantes.
El único hecho extraordinario del final del juego fue la expulsión de Ábila por golpear en el rostro a un adversario, en una muestra más de la lucha que significó la final.
Ya en la definición por penales el equipo colombiano fue más certero, mientras que los argentinos fueron erráticos y se encontraron con el portero Róbison Zapata que se convirtió en héroe de la jornada.
“Así es el fútbol. Se puede ganar, perder, empatar”, aseguró a lo medios al final del partido el defensor central argentino Federico Mancinelli.