Malversaciones de la FIFA: ¿Cómo pudieron pasar desapercibidas por tanto tiempo?

La organización fue sometida a contantes auditorias; sin embargo, ninguna reportó los millones de euros que se extraviaron

Millones de dólares pagados bajo cuerda, sin que nadie diera la voz de alarma. El escándalo de corrupción que salpica a la FIFA suscita interrogantes sobre el control financiero del gigante del fútbol que gasta cantidades colosales de manera relativamente opaca.

“El escándalo de la FIFA muestra claramente que hubo deficiencias en el control de la Federación Internacional”, estimó Prem Sikka, profesor en la Escuela de Negocios de la universidad de Essex.

“Si las auditorías contables no permiten detectar millones de euros que se extraviaron, ¿para qué sirven?”, agregó.

La firma KPMG, uno de los líderes mundiales en materia de auditorías, que tenía a su cargo la revisión de las cuentas anuales de la FIFA, declinó realizar declaraciones a la AFP.

Las “revelaciones que se acumulan” suscitan interrogantes sobre el papel que cumplió esta firma que tiene “buena reputación”, indicó el economista Christophe Lepetit.

Para Emile Carr, de la ONG Transparencia Internacional, “los auditores hacen controles aleatorios o basados en muestras estadísticas (…) por lo tanto se les pudieron escapar de control las transacciones fraudulentas”.

No obstante, por lo menos tendrían que haber “hallado algunas con el paso de los años”, estimó.

¿Complicidad de los bancos? La FIFA es una asociación sin fines de lucro “no sometida a un examen minucioso como las empresas públicas o privadas”, explicó Carr.

“Aunque se puedan publicar sus balances financieros, no se los examina con lupa”, agregó.

Para algunos analistas, las características de la FIFA, que facturó unos 5.700 millones de dólares en el período 2011-2014, dificulta la transparencia.

“Las personas involucradas (…) pueden haber aprovechado el opaco sistema suizo”, estimó Lepetit. “Es más complicado vigilar flujos financieros de una asociación basada en Suiza que los de una sociedad presente en la bolsa de Nueva York”, afirmó.

No obstante, algunos presuntos casos de corrupción no pueden salir a luz en una auditoría. “Cuando se habla de compra de votos para obtener la Copa del Mundo, el dinero no pasa por la FIFA. Los países involucrados le pagaron directamente a las personas”, recordó Vincent Chaudel, de la consultora Kurt Salmon.

Además, los fondos otorgados en el marco de “proyectos de desarrollo” se entregan “en base a facturas”. “Si se las infló y hay malversaciones a nivel local, no se notan en las cuentas”, puntualizó Chaudel.

La participación de numerosas entidades también complica las cosas. Para Jubilee USA, un grupo de organizaciones de lucha contra la opacidad financiera, 26 bancos de nivel mundial aparecen mencionados en el acta de acusación de la justicia estadounidense y lo ocurrido hubiera sido imposible sin su “complicidad”.

“El tema central es la transparencia”, resumió Prem Sikka, para quien KPMG tendría que “publicar” sus auditorías para esclarecer lo relativo al control financiero de la FIFA.

“No se sabe qué preguntas hicieron ni qué respuestas se les dieron. Todo es secreto”, lamentó.

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