Suárez, que juega en la liga inglesa, en el Liverpool, fue expulsado del Mundial, sancionado con nueve partidos internacionales y con cuatro meses sin ninguna actividad futbolística, por el mordisco a Giorgio Chiellini en la victoria de Uruguay 1 a 0.
“Paria”, tituló el diario Daily Mirror. “Gnaw Mercy”, escribió The Sun, introduciendo en la expresión “sin piedad” la palabra “roedor”.
Los diarios rechazaron la teoría de que Suárez es víctima de una campaña de la prensa de Inglaterra e Italia, dos países eliminados por los uruguayos en la primera fase del Mundial de Brasil.
“Culpará a otros, por supuesto. Siempre lo hace. La prensa inglesa, la prensa italiana, los jugadores italianos, al mundo, a su esposa”, escribió el jefe de deportes del Mirror, Oliver Holt, afirmando que Suárez es el único responsable.
Al mismo tiempo, Holt dijo que la sanción es “terriblemente dura para el Liverpool” y un golpe a las esperanzas del club de “mejorar la buena temporada que realizaron” y a la que Suárez contribuyó con 31 goles para acabar segundos en la liga.
The Times se preguntaba si la sanción servirá para cambiar a Suárez, concluyendo que “sólo incrementará su sentimiento de persecución, haciéndolo aun más inestable”.
The Sun especuló que el incidente podría rebajar el precio de Suárez en 20 millones de libras (34 millones de dólares) si el Liverpool decide venderlo al Barcelona o al Real Madrid, como se está especulando.
La sanción impide incluso a Suárez ir a entrenar con su club.
La portada de The Guardian contenía un primer plano de Suárez con la boca abierta y el titular: “Mordisco amargo: Suárez sancionado cuatro meses”.
El columnista del Daily Mail Martin Samuel sostuvo que la sanción era dura para el Liverpool pero que “el castigo está a la altura del crimen”.
Matt Dickinson, de The Times, minimizó el impacto de la salida del delantero del Mundial, que no estará el sábado ante Colombia en octavos de final.
“¿No está Suárez? Pierde él, no nosotros”, escribió.