La FIFA inició investigación a la selección de México luego que en el encuentro del último martes ante Brasil la hinchada del Tri realizara actos de racismo y discriminación.
“Está prohibida la discriminación de cualquier país, individuo o grupo de personas por cuestiones de raza, color de piel, su origen étnico, nacional o social, sexo, lengua, religión, posicionamiento político o de cualquier otra índole, poder adquisitivo, lugar de nacimiento o procedencia, orientación sexual o por cualquier otra razón, y será punible con suspensión o exclusión”, detalla el estatuto de la FIFA que regula el Mundial Brasil 2014.
Al parecer la oficina antidiscriminación de la FIFA (Fare) se contactó con el ente regulador para confirmar de una “conducta inapropiada de los espectadores durante los partidos México-Brasil y Camerún-México”.
Si la investigación avanza y se aplican con rigor los estatutos generales de la FIFA, México podría ser sancionado e incluso llegar a ser expulsado de la competición.
Vocablos como “puto” y otras palabras similares fueron consideradas por los miembros de Fare como ofensas en contra de los jugadores del país africano.
El jefe de Fare, Jeffrey Webb, solicitó a los delegados en los partidos del Mundial de Brasil que expulsara a los equipos del torneo si sus hinchas cometían actos discriminatorios. Una medida que fue respalda en su momento por la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, luego que se difundieran varios casos de discriminación a jugadores brasileños.
En esa misma declaración, Webb anunció que habría cero tolerancia con este tipo de hechos “fuera y dentro de la cancha”.
“La FIFA debe tomar ejemplo de la NBA, que forzó al dueño del Los Ángeles Clippers a vender su franquicia después de expresar comentarios racistas”, afirmó Webb.