El escocés se impuso al filo del aplazamiento por la falta de luz al ídolo local, el francés Gael Monfils, en cinco mangas por 6-4, 6-1, 4-6, 1-6 y 6-0, ante la decepción del público de la Philippe Chatrier.
Minutos antes, en la Suzanne Lenglen, Nadal que el martes cumplió 28 años, no falló en el 28º partido que le enfrentaba a Ferrer para ampliar su balance favorable a 22 victorias, 18 de ellas en tierra batida.
“Me ha sorprendido no jugar en la central, me hubiera gustado jugar en la central este partido. De la central a las otras pistas hay mucha diferencia”, dejó claro Nadal acerca de la decisión de programar el partido de Monfils en el principal escenario en detrimento de la reedición de la última final.
Tras un primer set en el que se vio a un Nadal desconocido, cometiendo constantes errores y sin frescura física, el ganador de ocho Roland Garros en nueve participaciones tomó velocidad en el segundo y terminó por encontrar su ritmo para arrasar en el tercero y en el cuarto.
“Rafa cuando juega bien es superior a mí, pero mentalmente no he estado bien. Gané el primer set, pasé la presión y luego bajé los brazos, me he rendido, algo que no me suele pasar. He fallado mucho, me faltó chispa, me falto garra y perdí la actitud”, reconoció Ferrer.
Uno de los bastiones en los que se ha forjado la leyenda de Nadal en el tenis con sólo 28 años es el instinto de supervivencia. Ese que le hace ganar sin necesariamente ser el mejor y resistir donde otros se dejan ir.
“Evidentemente él ha hecho cosas mal, creo que ha sentido que perdió una oportunidad en el segundo set, pero yo también lo he hecho bien. Los últimos dos días había entrenado a nivel de tocar la pelota mejor que todo el año. Hoy estaba un poquito mejor de la espalda y he podido buscar soluciones y encontrarlas”, explicó el número uno mundial.
Nadal suma así 33 triunfos consecutivos en París, desde que perdiera ante el sueco Robin Soderling en 2009, en una tarde en la que le lastraron los problemas físicos, para un balance total de 64 victorias en 65 partidos en la capital francesa.
Por un puesto en la final jugará el viernes ante Murray. El escocés, que ahora empieza a encontrar su mejor forma después de someterse en septiembre a una operación en la espalda, se complicó la vida al dejarse remontar dos sets por Monfils. Regresó en el quinto y definitivo para sellar con autoridad el partido.
La otra semifinal masculina del viernes la jugarán el serbio Novak Djokovic (N.2) y el letón Ernests Gulbis, gran revelación del torneo.
– Petkovic y Halep, a semifinales –
Este miércoles también se jugaron los dos cuartos restantes del cuadro femenino. La alemana Andrea Petkovic (N.28) se clasificó para las semifinales al ganar a la italiana Sara Errani (N.10) en dos mangas por un doble 6-2.
Jugará el jueves por un puesto en la final contra la rumana Simona Halep (N.4), que se impuso a la rusa Svetlana Kuznetsova (N.27) en dos mangas también por un doble 6-2.
En la otra semifinal femenina del jueves habrá un duelo generacional entre la rusa Maria Sharapova (N.7), campeona en 2012 y finalista el año pasado, y la canadiense de 20 años Eugenie Bouchard, una de las estrellas emergentes del circuito femenino.