Por: Christian Lengua Solís
En agosto pasado Granda llegó hasta los octavos de final de la Copa del Mundo en Noruega. El arequipeño de 46 años venció en ese torneo al húngaro Peter Leko (2.740) y al holandés Anish Giri (2.737). Él nos habla de cómo enfrentó ese torneo y de su vida de ajedrecista en España.
Los críticos europeos hablaban de un verano peruano por tu participación en el Mundial. ¿Estás en el mejor momento de tu madurez? La madurez es relativa. Estadísticamente los grandes campeones han tenido sus mejores resultados entre los 25 y 30 años. Me siento bien. Aún no pienso en el retiro.
¿Fuiste una sorpresa en el torneo de Noruega? Tanto Leko como Giri son jugadores experimentados. Fui optimista, como debe ser cuando compites a ese nivel; si no, estás perdido antes de empezar.
Terminaste siendo el único latinoamericano en carrera. Los cubanos tenían un ranking superior al mío y fueron eliminados. Tuve el honor de representar hasta el final a los latinoamericanos, que me alentaban. Al final, sin embargo, creo que esa fue una presión añadida.
¿Eso te afectó para perder ante el italiano Fabio Caruana? En esa partida se acumuló la mayor tensión, no pude dormir bien la noche anterior. Se me fue la energía. Bajé un escalón en mi nivel de juego. Aunque técnicamente me sentía muy bien y hasta vislumbraba la posibilidad de campeonar…
¿Cómo así? Sentí lo mismo que en 1996, en el mejor momento de mi carrera cuando gané el torneo Memorial Donner en Ámsterdam, Holanda. Esa vez empaté con Vasili Ivanchuk (Ucrania) que durante 20 años estuvo entre los 10 mejores del mundo. Sentía que le podía ganar a cualquiera.
Hace dos semanas ganaste el Open Internacional de Ajedrez en España. Ese torneo fue de partidas semirrápidas. Siempre es estimulante ganar un torneo. En España compito continuamente.
¿Cuánto tiempo llevas radicando allá? Más de siete años, en Salamanca, viviendo aquí con mi esposa e hijos.
¿Se puede vivir del ajedrez en España? Cada vez es más difícil por la crisis. No es una actividad popular y depende de fondos públicos. Pero hay facilidades para viajar a otros torneos en Europa.
¿En algún momento te dedicarás a enseñar? Por ahora quiero jugar, pero hay abierto un campo para la enseñanza. Lo normal sería que me dedique a eso.
¿Es cierto que eres un futbolista frustrado? Sí, me gusta mucho jugar fútbol. También juego tenis. Leo mucho, veo cine… Trato de hacer una vida normal, pero estoy condicionado por los viajes.
¿Extrañas mucho el Perú? Sí, pero todos los años vuelvo y tengo un contacto contínuo con mi país.
¿Cuál será tu próximo paso? Debo viajar a Perú a fines de octubre para competir en los Juegos Bolivarianos de noviembre. Voy con la idea de ganar una medalla.