La atleta rusa Kseniya Ryzhova, medalla de oro en los Mundiales de atletismo de Moscú, concluidos el domingo, dijo este martes que se siente “humillada” por la polémica montada en torno al beso en la boca que dio a otra atleta al celebrar su éxito, y que la prensa interpretó como una señal de protesta contra una ley rusa hostil a la homosexualidad.
Kseniya Ryzhova y Yulia Gushchina, medalla de oro el sábado en el relevo 4×400m femenino, intercambiaron en el podio un beso en la boca, en plena controversia en torno a una ley rusa que prohíbe la “propaganda” de la homosexualidad ante los menores, y que a este fin prevé multas y penas de cárcel.
La prensa y militantes de los derechos de los homosexuales interpretaron el beso como un gesto de apoyo a este comunidad, y como un órdago a la ley rusa promulgada en junio, muy criticada por defensores de los derechos humanos, que la consideran discriminatoria.
Kseniya Ryzhova insistió en que el beso no era más que una manifestación de efusividad por su medalla de oro, lo cual es un gesto muy habitual en Rusia en momentos de gran alegría.
“Ayer recibí 20 llamadas telefónicas de diferentes órganos de prensa que, en lugar de felicitarme, decidieron humillarme con esas preguntas”, declaró Ryzhova, citada por la agencia Itar-Tass.
“Yulia y yo estamos casadas, y no tenemos ninguna relación de otro tipo. Llevamos entrenando juntas ocho años, y somos muy buenas amigas”, añadió.
“No pueden imaginar lo que significa para nosotras la victoria al cabo de ocho años. Sentimos un diluvio de emociones. Si en ese preciso instante nuestros labios se tocaron… No sé cómo es posible que algunos hayan llegado a imaginar semejante cosa”, añadió la atleta.
La interpretación del gesto dada por la prensa y los militantes “no sólo nos humilla a nosotras, sino también a nuestros entrenadores”, explicó la campeona.