Cuando tenía seis años, ‘Tato’ Heinrich recibió su primera moto. Eso le cambió la vida. Nunca más se bajó. Luego pasó por el motocross , supercross, enduro, freestyle, hasta llegar al Dakar . Participó en la edición de este año, pero tuvo que abandonar en la quinta etapa porque se le rompió el motor.
Ahora con más experiencia, Heinrich correrá el Dakar 2013 a bordo de una Honda CRF 450 X.
¿Cuánto has aprendido respecto al Dakar anterior? Para cuantificarlo de alguna manera, he aprendido 200%. Este año pude correr el Dakar Series, que me refrescó el día a día que se vive en el Dakar, y el Rally de Marruecos, donde aprendí muchísimo de navegación.
¿Y la moto? A diferencia del Dakar anterior, donde me llegó la moto con las justas y ahí mismo tuve que ir a correr, esta vez voy a usar la moto con la que he corrido toda mi vida. Sé cómo se desenvuelve y la conozco a la perfección.
Eso es una ventaja. Claro. Otra es que tengo la asistencia de Honda Europa, que apoya a los amateurs del equipo, que somos tres sudamericanos. Eso me permite psicológicamente ir más tranquilo, porque tienes un equipo profesional con varios Dakar encima.
¿Y es una ventaja que vayan más peruanos? Se ha juntado un buen grupo y hay una buena mixtura en todas las categorías. El Dakar es una carrera muy de cada equipo, donde cada quien va a su ritmo, pero en la ruta si ves a un peruano en problemas, paras y lo ayudas.
¿Eres de seguir al que viene adelante? Aprendí a no seguir a nadie. En el Dakar pasado el primer día lo hice porque no tenía experiencia en la navegación. Pero en el Rally de Marruecos seguí a alguien y me perdí, eso fue una lección. Debes confiar en ti mismo. Aunque haya momentos en los que conviene seguir por lo peligroso del camino.
Te sirvió mucho el Rally de Marruecos, ¿no? No me puedo quejar. Me rompí el dedo y quedé en el puesto 25 entre 70 corredores. Sufrí una fractura en el meñique de la mano derecha. Lo bueno es que ese dedo no se usa mucho para correr. Y me estoy recuperando.
¿Cómo entrenas? Me cuido para no perder el estado físico. Pero tal vez la parte mental es la más complicada de trabajar. Porque tienes que luchar contra tus miedos y frustraciones.
¿Cómo toma tu esposa que corras el Dakar? Me apoya mucho. Al principio le costó aceptarlo, porque cuando la conocí yo estaba retirado. A los dos años de estar juntos anunciaron que venía el Dakar, y dije esto es lo mío. Sin embargo, ahora me apoya y es la primera que está pendiente de que no falte nada.