Santiago de Chile. La brecha de género también se manifiesta en la obesidad y así lo refleja Chile, donde hay un 38,4 % de mujeres obesas frente a un 30,3 % de hombres, según los últimos datos del 2017 del Ministerio de Salud, que también apuntan a que este fenómeno se debe a motivos “económicos” y “socioculturales”.
En una entrevista a Efe, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, afirmó que las razones de esta brecha son sobre todo “culturales” y que tienen relación con el tiempo que destinan las mujeres al trabajo no remunerado del hogar y “al poco que acaban invirtiendo en su cuidado personal”.
Las chilenas encabezan el ránking de mujeres más obesas en América Latina, según los datos del informe de este año de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Este reporte de la FAO, presentado a principios de noviembre, muestra que la brecha de género en la obesidad es un fenómeno que afecta a todos los países de América Latina y el Caribe ya que, en los 33 estados analizados, la obesidad en adultos es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Daza argumentó que una de las razones de esta brecha en Chile es que las mujeres destinan 5,9 horas diarias al trabajo no remunerado, que incluye las tareas del hogar y el cuidado de la familia, mientras que los hombres emplean 2,7 horas al día, según los datos de las últimas estadísticas del Ministerio de Salud.
“La mujer es una gran cuidadora, se hace cargo de los adultos mayores, del marido y de los hijos. Y la mujer en Chile se preocupa poco de sí misma”, explicó Daza.
Este hecho, según datos de Salud, también se traduce en que las chilenas “practican menos actividad física que los hombres”.
“Hemos visto en las encuestas que las mujeres quieren elegir un estilo de vida saludable pero, cuando lo intentan poner en práctica, se encuentran con muchas limitaciones desde un punto de vista económico y de tensiones, por dejar de dedicar cierto tiempo a la familia”, explicó Daza.
Y añadió que “las mujeres tienen predisposición a cuidarse pero, en general, les genera mucho sentimiento de culpa”.
Otro de los factores determinantes, según la subsecretaria de Salud, es el hecho de que las chilenas deben hacerse cargo de planificar, comprar y cocinar la comida y que “su prioridad no es la comida sana, sino que sea de agrado”.
“En Chile tenemos una cultura en la que damos afecto a través de la comida. La comida es una parte cultural muy fuerte en el país y sobre todo en las personas de escasos recursos”.
Sobre esta cuestión, Daza explicó que, las más afectadas por la brecha de género en la obesidad son las mujeres de bajos ingresos y las que viven en zonas rurales: “Es donde vemos que hay menor autoestima, menos preocupación por la comida (sana) y mayor sensación cultural de que tienen que ser las responsables del cuidado familiar”.
La subsecretaria de Salud Pública descartó que la mayor tasa de obesidad en mujeres se deba a cuestiones biológicas, “a pesar de que favorecemos la acumulación de grasa en ciertas partes del cuerpo, como las caderas o los senos, ser mujer no es una causa de obesidad”, concluyó.
En este sentido, el asesor regional en Nutrición de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Rubén Grajeda, destacó, en declaraciones a Efe, que una hipótesis biológica sobre la causa de este fenómeno podría ser “un cambio epigenético que las mujeres tuvieron hace unos cuarenta años debido a un periodo de desnutrición”.
La epigenética sostiene que, debido a la influencia de factores ambientales, se manifiestan con más fuerza unos determinados genes y “en el caso de las mujeres que sufrieron malnutrición en la infancia, esto les podría provocar una mayor acumulación de grasa en la edad adulta” explicó Grajeda.
“Hay más mujeres con desnutrición en relación con los hombres (en Latinoamérica). Y al haber sufrido desnutrición y más adelante introducir alimentos ultraprocesados, parece que tienden con más facilidad a la obesidad”, añadió.
El informe de la FAO de este año muestra la tendencia de los países de la región a pasar de la desnutrición a la obesidad, debido a la introducción de productos ultraprocesados, altos en calorías y grasas saturadas, a precios bajos.
Fuente: EFE