Tokio. La compañía japonesa que fabricó el tren accidentado el pasado 21 octubre en Taiwán, Nippon Sharyo, admitió hoy que hubo un fallo en el diseño del sistema de seguridad del convoy, que descarriló provocando la muerte a 18 pasajeros y heridas a unos 200.
En unas declaraciones a Efe, un portavoz de la filial de Central Japan Railway, una de las mayores empresas ferroviarias del país, explicó que el sistema de seguridad que controla la velocidad del tren expreso Puyuma estaba apagado, algo que debería haber sido notificado de forma automática al centro de control.
La empresa precisó que la función que debía alertar de forma automática sobre el cierre del sistema de seguridad no actuó a causa de un error en el diseño del tren, por lo que el centro de control no fue notificado y no se pudo prevenir el accidente.
El conductor del tren, que fue detenido bajo la sospecha de negligencia profesional, admitió a los fiscales que investigan el caso que desactivó el programa de seguridad de forma manual unos 30 minutos antes del incidente, según indicaron las autoridades taiwanesas a la cadena nipona NHK.
Según el grupo encargado de la investigación sobre el accidente, el tren expreso Puyuma iba a unos 140 kilómetros por hora cuando descarriló en una curva en el andén de la estación Xinma, al norte de la isla, en una zona donde la limitación era de un máximo de 85 kilómetros por hora.
Nippon Sharyo ha indicado que está colaborando con las autoridades locales para determinar las causas del fallo en el diseño del convoy, con el fin de prevenir futuros accidentes como el ocurrido el pasado día 21.
Fuente: EFE