Islamabad. Grupos de radicales islamistas protestan hoy en varias ciudades paquistaníes por la absolución por el Tribunal Supremo de la cristiana Asia Bibi, condenada a muerte en 2010 por supuestamente insultar al profeta Mahoma.
“Las protestas por la santidad del profeta han comenzado. Moriremos por ello. No daremos un paso atrás”, advirtió en un comunicado el partido islamista radical Tehreek-e-Labbaik Pakistan (TLP) que había amenazado a los jueces con “peligrosas consecuencias” si Asia Bibi era declarada inocente.
Las protestas se están produciendo en varias ciudades, como Peshawar, Mardan o Qasur, en el noroeste, y Lahore en el este, y avisó de que bloquearán estaciones de tren y aeropuertos, precisó la nota.
Un portavoz policial de Lahore, capital de del Punyab, Mohamed Arsalan, dijo que unos 500 manifestantes están protestando fuera de la Asamblea de esa provincia y bloqueado las carreteras en la zona.
“Están cometiendo vandalismo”, añadió Arsalan.
En otros puntos de Lahore se repiten las protestas, con 300 personas en algunos casos, la mayoría del TLP, precisó la fuente.
En la sureña Karachi, capital financiera del país, manifestantes protestan en al menos cinco puntos de la ciudad, con grupos de entre 50 a 200 personas, dijo un portavoz de la urbe, Abid Hussain.
Además, unas 300 personas han bloqueado la principal entrada a la capital, Islamabad, desde la vecina ciudad de Rawalpindi, explicó el portavoz policial de la capital, Farqooq Akhtar.
El TLP ya bloqueó esta entrada el pasado noviembre durante 20 días y logró así doblegar al Gobierno paquistaní, al lograr la dimisión del ministro de Justicia porque consideraban blasfemo un cambio en el juramento de los altos cargos.
El Tribunal Supremo de Pakistán absolvió hoy a la cristiana Asia Bibi, juzgada por blasfemia, y anuló la sentencia de muerte que le había sido impuesta bajo la acusación de insultar al profeta Mahoma en 2009.
“La sentencia a muerte se anula. Asia Bibi es absuelta de los cargos”, manfestó el presidente del Supremo, Saqib Nisar, al leer la sentencia de la apelación en una sala con presencia de comandos sin armas de las fuerzas militares.
La dura ley antiblasfemia paquistaní fue establecida en la época colonial británica para evitar choques religiosos, pero en la década de 1980 varias reformas auspiciadas por el dictador Zia-ul-Haq favorecieron el abuso de esta norma.
Desde entonces, se han producido un millar de acusaciones por blasfemia, un delito que en Pakistán puede llevar aparejada la pena capital, aunque nunca se ha ajusticiado a nadie por este crimen.
Fuente: EFE