Dublín (Irlanda). La huelga de tripulantes de cabina y pilotos de la aerolínea irlandesa Ryanair en seis países europeos dejó hoy en tierra cerca de 250 vuelos y afectó a unos 40.000 viajeros, según la compañía.
La aerolínea, que encadena diversos paros en los últimos meses, había cancelado 150 vuelos con antelación esta semana ante la huelga prevista en España, Bélgica, Holanda, Portugal, Italia y Alemania, y sumó otro centenar la pasada noche ante una acción anunciada “con poco preaviso” por el sindicato de pilotos alemán VC.
Los trabajadores de la compañía aérea de bajo coste protestan por sus condiciones laborales y salariales, mientras que la empresa ha ofrecido negociar acuerdos colectivos en los seis países afectados por la huelga antes de fin de año.
En un comunicado, Ryanair dijo que más de 2.150 vuelos mantenían hoy sus horarios previstos el 90 % de su programación, en los que debían viajar en torno a 400.000 pasajeros.
“Ryanair ha dado todos los pasos para minimizar los transtornos y hemos enviado notificaciones a nuestros clientes tan pronto como ha sido posible para explicarles sus opciones para moverse (de vuelo) de forma gratuita, recibir un reembolso o cambiar de ruta”, señaló la compañía.
Este mediodía, la aerolínea destacó la “puntualidad” de los vuelos que sí despegaron durante la jornada.
“Hemos tenido una cantidad muy pequeña de retrasos debido a la meteorología y problemas con el Control de Tráfico Aéreo (ATC, en inglés)”, señaló Ryanair en una nota.
Sindicatos de tripulantes de cabina (TCP) han cifrado en cerca de 15.000 el número de afectados en España, donde se han suspendido unos 90 vuelos, y en hasta 50.000 los pasajeros afectados en el resto de Europa.
Una portavoz de la aerolínea indicó que, según sus cálculos, los viajeros perjudicados son “aproximadamente 40.000” en Europa.
Los sindicatos han sostenido que Ryanair se enfrenta a la mayor huelga de su historia, en la que participan 5.000 auxiliares de vuelo y 1.000 pilotos estos últimos de huelga en Bélgica, Holanda, Italia y Alemania.
Las presiones por parte de sus empleados llevaron a la empresa irlandesa a anunciar el pasado diciembre su disposición a reconocer por primera vez a los sindicatos independientes, y el mes pasado llegó a un acuerdo con Fórsa, representación colectiva de los pilotos irlandeses.
El pacto se firmó después de cinco días de huelga en los que participaron cerca de 100 de los 350 pilotos de la aerolínea con base en Irlanda. En julio, los tripulantes de cabina de Ryanair en España, Portugal, Italia y Bélgica llevaron a cabo sus primeras dos jornadas de paros para exigir a la aerolínea que respete sus derechos laborales y permita a los trabajadores elegir a sus representantes para negociar un convenio colectivo.
En agosto, personal de Holanda, Bélgica, Alemania, Suecia e Irlanda llevó a cabo asimismo una huelga de 24 horas en la que alrededor de 400 vuelos fueron cancelados, y el 12 de septiembre docenas de aviones se quedaron en tierra por un paro de pilotos y tripulantes en Alemania.
El pasado miércoles, la aerolínea se comprometió a negociar de forma exhaustiva nuevas condiciones para los tripulantes y los pilotos antes del próximo 31 de diciembre.
Ryanair aseguró que está dispuesta a dialogar con el personal de cabina sobre aspectos como salarios, turnos de descanso o “beneficios locales” para trabajadores de cada país, así como a aumentar el número de contratados directamente por la aerolínea, en lugar de a través de agencias.
Con los pilotos, dijo asimismo que negociará sobre sueldos, turnos, libranzas anuales, cambios de base, ascensos y otros “aspectos importantes”.
En los últimos días, Ryanair ha acusado a pilotos y tripulantes de compañías aéreas de la competencia de haber participado en la organización de las huelgas y ha pedido a la Comisión Europea que abra una investigación sobre el asunto.
Fuente: EFE