Moscú. Alexander Petrov y Ruslán Boshirov, los dos hombres señalados por Reino Unido como sospechosos del envenenamiento del ex espía ruso **Sergei Skripal** y de su hija Yulia en marzo pasado, dijeron que fueron a Salisbury “como turistas” y que no llevaban “ningún veneno”.
“Los amigos nos habían aconsejado hace mucho visitar esa maravillosa ciudad”, señalaron en una entrevista exclusiva concedida a Margarita Simonián, la directora de la cadena de televisión internacional rusa RT.
Petrov y Boshirov explicaron que decidieron ir a Londres “para divertirse desmandándose”, y quisieron aprovechar su breve visita a Reino Unido para visitar Salisbury, “una ciudad turística, que tiene una famosa catedral conocida no sólo en Europa, sino en todo el mundo, por su aguja de 120 metros y su reloj”.
“Estuvimos sentados en un parque, entramos en una cafetería para tomar un café. Estuvimos paseando y disfrutando de la arquitectura gótica inglesa”, agregó Bóshirov.
Los dos hombres acusados por el Gobierno británico de ser agentes de la inteligencia militar rusa (GRU) negaron ese hecho, y aseguraron que son “empresarios de mediana empresa” en el ámbito de la industria del fitnes.
“Si ahora revelamos detalles sobre nuestro negocio, saldrán perjudicadas las personas que trabajan con nosotros”, dijo Bóshirov al argumentar su negativa a precisar más su ocupación.
A la pregunta de por qué fueron dos veces a Salisbury, los dos supuestos empresarios explicaron que cuando fueron por primera vez había mucha nieve y por eso decidieron volver el 4 de marzo, el día en el que fueron envenenados Sergei y Yulia Skripal.
“El día 4 volvimos, porque (…) hacía buen tiempo. Quisimos visitar la catedral Old Sarum (sitio de interés turístico en Salisbury) y la catedral. La vimos, pero a la hora de comer empezó a llover y nevar, y volvimos antes de los planeábamos. La catedral es muy bonita y hay muchos turistas rusos”, afirmó Bóshirov.
Tras la difusión de la entrevista, un portavoz del Gobierno de la primera ministra británica, Theresa May, declaró que el Ejecutivo “tiene claro” que los dos sospechosos son “agentes del servicio de inteligencia militar ruso” y que ambos hicieron uso de una devastadora “arma química ilegal” en las calles del Reino Unido.
“Hemos exigido responsabilidades a **Rusia **en repetidas ocasiones por lo que ocurrió en Salisbury en marzo y hasta donde hemos visto hasta hoy han respondido con ofuscación y mentiras”, agregó la portavoz oficial.
Fuente: EFE