En lo que va del año 2018, las tarifas de electricidad para los 30 millones de peruanos, es decir los consumidores y ciudadanos de a pie, experimentaron un alza de casi el 3%. Ello a pesar de que ya se eliminó de los recibos de luz el costo del Gasoducto Sur Peruano. Esta tendencia al alza se mantiene desde hace dos años y sería producto de que el Estado nos obliga a pagar cargos ajenos al consumo de energía y a problemas en el sector eléctrico, de acuerdo a lo aparecido en diversos medios de comunicación.
Perú produce energía eléctrica en base al gas de Camisea y al agua. El precio del gas peruano es uno de los más baratos del mundo y, en el caso del agua, nuestro país es rico en fuentes hidroenergéticas. A la fecha, el Perú cuenta con una matriz energética, es decir, con centrales de generación que producen energía en base a ambos recursos: gas y agua.
Por otro lado, se ha informado en reiteradas ocasiones que existe una sobre oferta eléctrica del 40%, esto es, que existen plantas de producción energética con capacidad de despachar mucha más energía de la que el país actualmente necesita.
Al respecto, Crisólogo Cáceres, Presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (ASPEC), sostiene que: ‘Esta es una tarea del Gobierno, ¿cómo podemos explicar que el Perú siendo un país rico en fuentes energéticas, en lo que se refiere a gas y agua, tenga tarifas tan altas? Si existe una sobreoferta es lógico que el consumidor espere una disminución en las tarifas y no al revés’.
Recogiendo la preocupación de miles de usuarios del servicio eléctrico a nivel nacional, ASPEC solicita al gobierno que realice una profunda revisión de la composición real de las tarifas eléctricas, es decir lo que se paga por generación, transmisión y distribución eléctrica y se verifique si aún existen cargos ajenos al desarrollo de estos tres componentes y que estemos pagando todos los peruanos como si fuera una obligación en nuestra calidad de consumidores de energía. ‘No podemos subvencionar las malas decisiones del Estado en materia de planificación energética como es el caso del subsidio a las energías renovables (RER) con arreglo al Decreto Legislativo N° 1002 que no implican la prestación de un servicio efectivo a los usuarios, ni tampoco pagar más cuando hay sobre oferta’, señaló Cáceres.
‘Estamos recibiendo reclamos de personas que han pasado de pagar mensualmente 120 en promedio a 250 soles. Los peruanos tienen recibos de luz que presentan incrementos del orden del 30 al 40%, con lo cual estamos pagando una de las tarifas más altas de América Latina’, explicó.
De acuerdo a informaciones publicadas sobre las tarifas, este desorden en las normas del mercado eléctrico estarían perjudicando específicamente a los usuarios domésticos y beneficiando a las grandes industrias las cuales, evidentemente, no desean que nada cambie. Así, nosotros, los usuarios domésticos estaríamos pagando 48 dólares por megavatio hora mientras que las industrias estarían pagando 36 dólares por megavatio hora. Es decir los usuarios de a pie que ganan un sueldo mínimo pagan una luz 30% más cara que las empresas mineras.
Por lo anterior ASPEC solicita al Ministerio de Energía y Minas, al Congreso de la República y al organismo regulador de la energía (OSINERGMIN) que cumplan su tarea de velar por los intereses de millones de peruanos que se están viendo afectados por sobre costos de la luz.
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