Guillermo Castrillón ha sido acusado de abuso y violación sexual por varias ex alumnas que empoderadas por el testimonio inicial de Eva Bracamonte decidieron levantar sus voces. Son doce testimonios hasta el momento.
Eva Bracamonte fue la primera. La actriz acusó a Castrillón de acoso sexual durante los ensayos para una obra teatral. Según su testimonio, el actor la hacía desnudarse para tener experiencias teatrales más intensas pero al final terminaba desnudándose él también. Según cuenta Bracamonte, en una oportunidad, se abalanzó desnudo sobre ella y allí terminó todo contacto entre ambos.
Más testimonios
Tras la revelación de la actriz, varias voces se han sumado a la denuncia donde muchas mujeres cuentan haber estado desnudas con él en el mismo salón de teatro, ubicado en Barranco, con la excusa de estar experimentado “nuevas técnicas teatrales”.
Una de ellas fue Daniela Rotalde, quien era amiga y ‘roomate’ de Castrillón. ‘Éramos patas y compartíamos casa. Un día llegó de madrugada pasado de vueltas. Yo también había salido por mi cuenta y estaba durmiendo profundamente. Abrió mi puerta y se metió a mi cuarto. En el sueño sentí algo, desperté con él arrodillado al lado de mi cama, masturbándose. Su mano estaba entre mis piernas, salté del susto y él salió corriendo despavorido’, escribió Daniela en una columna en el diario Perú21.
“Espero que mi testimonio muestre que esto no se trata de una discusión sobre técnicas o métodos de creación. Guillermo, como hacen los depredadores, fue buscando espacios propicios para acechar a sus víctimas y encontró en el poder de la dirección el camuflaje para actuar impunemente”, agregó.
Lucía Carranza fue otra de las víctimas, una alumna de su escuela de teatro. ‘El primer día me pidió que me desnudara, no supe cómo afrontar tal pedido. Temí no estar entendiendo ‘la técnica’. Se desnudó también él, me vendó los ojos, me olió muy de cerca y me manoseó. Yo esta aturdida”, escribió en su denuncia publicada en su perfil de Facebook.
Otra denuncia, también realizada vía Facebook, llega de parte de Mica Tav quien revela que Castrillón la “invitó a tener sesiones privadas en su taller de la calle Cajamarca, en Barranco (sí, casi todas conocemos esa casa)’, detalla.
Laura Bustamante fue otra de las jóvenes que alzó su voz luego del testimonio de Eva Bracamonte. “Leerte fue revivir las emociones miserables que Guillermo Castillón me hizo sentir, me di cuenta que no había sido la única, que no estaba sola, que no era yo, que en realidad el abuso sexual que cometió contra nosotras y más chicas había sido sistemático”, escribió.
Raúl Durand alumno del director teatral compartió su experiencia en apoyo a sus compañeras. ‘En un ensayo me dijo que viole a una actriz, que lo haga en serio o lo más real posible. No pude. Yo trabajo con la verdad, decía. Me di cuenta que estaba equivocado, por eso no pude hacer lo que me dijo’, relató Raúl en un post en Facebook.
Leonela Pajares fue otra de las jóvenes que compartió su testimonio. “Este señor tenía publicidad en ser lo máximo en performance, por supuesto “intocable”, y yo una chica que aún estaba en formación de la escuela, ¿quién me creería?”, explica.
“Muchos años después asumí que había sido un tipo de violación. No quiero dar los detalles ahora”, continúa.
Sandra Bomonini es otra de las mujeres que acusa de acoso sexual al director teatral quien la “trabajó y manipuló a través del arte y de estar en su montaje sin conocerme previamente para meterse conmigo y en dado momento de mucha, mucha confusión y miedo de decir no por poner en riesgo el montaje lo consiguió”, según cuenta en su perfil de Facebook.
Rocío Fuentes, uno de los últimos testimonios, acusó al actor de violación sexual. ‘Al llegar a su casa, me pasé de vueltas. Mis amigas en su afán de ayudarme, me dejaron en la boca del lobo. Me echaron en una cama y siguieron la juerga. Cuando reaccioné era tarde. GC me estaba violando. Así, con todas sus letras’, escribió.
El último testimonio ha sido compartido por Muki Sabogal, otra ex alumna de Castrillón. “Hace 5 años Guillermo me invitó a realizar un proceso juntos para crear un unipersonal, yo me sentí privilegiada y me entusiasmé bastante”, cuenta Sabogal. “Pero poco a poco los ensayos comenzaron a desvirtuarse y a tornarse cada vez más sexuales hasta tal punto que prácticamente quedó de lado la parte artística”, agrega.
“Me desconcertaba, eso que estaba descubriendo habría preferido descubrirlo con quien yo eligiera, que me gustara realmente, no como parte de un ‘ejercicio’ teatral”, continúa.
Por su parte, Guillermo Castrillón ha hecho sus descargos negando todas las denuncias y alegando a que los actos sexuales fueron consensuados.