Maria de los Angeles Del CastilloCoordinadora del Departamento Psicopedagógico Colegio Antares – CPAL
En nuestro país, durante las últimas semanas, niños, adolescentes y adultos han presenciado las consecuencias de los desastres naturales. Junto a ello, las muestras de tristeza, dolor y desamparo fueron evidentes. Sin embargo, algo que no resulta tan evidente es el desconcierto y la gran cantidad de preguntas que esto puede generar en los niños: ‘¿por qué la naturaleza es mala?, ¿nos puede pasar a nosotros lo mismo papá?, ¿y si un día perdemos todo mamá?, ¿qué pasará con esas personas?, ¿nos quedaremos sin agua para siempre?’. Estas interrogantes pueden generar angustia, preocupación y desesperanza en los niños.
En tal sentido, es imprescindible que los padres hablen del tema con sus hijos, siendo importante explicarles los hechos, pero sobre todo: llevarlos a la reflexión, a tomar conciencia y ser modelos de actitudes prosociales, como la empatía y reciprocidad, en situaciones de crisis.
En primer lugar, como padres debemos informarnos sobre los hechos que se están suscitando, permanecer alertas ante noticias que circulan en las redes sociales y a las que sus hijos se ven expuestos. Sobre dicha base, podría iniciar el diálogo a través de la formulación de algunas preguntas: ‘¿sabes por qué ha pasado esto?, ¿conoces qué es un huaico?, ¿sabes por qué la gente pide ayuda?, ¿te impresiona lo que has visto?’ lo cual ayudará a que los padres sepan qué información maneja su hijo, la cual debe esclarecer usando un lenguaje acorde a su edad: sencillo y que pueda comprender. A su vez, es bueno hacerle preguntas que los lleve a la reflexión: ‘¿qué piensas sobre lo que está pasando?, ¿cómo podríamos ayudar?’.
Frente a desastres naturales es importante dejarles claro que la naturaleza no es mala, pues, verlo de esta forma se relaciona a creencias desamparo que los niños pueden ir albergando, causándoles temor y angustia. Lo importante será plantearles a sus hijos acciones que puedan hacer para prevenir, por ejemplo: cuidar el agua y los desechos que tiramos; desarrollar actitudes de toma de conciencia y solidaridad en beneficio de los que más lo necesitan. De esta manera hará que sus hijos desarrollen mejores recursos y estrategias de afrontamiento frente a situaciones difíciles a futuro.
De otro lado, es importante que sus hijos expresen cómo se sienten con respecto a lo que observan y viven: angustia, miedo, tristeza, entre otros. Liberar estas emociones genera tranquilidad. Ante ello, los padres deben mostrarse receptivos, proporcionándoles mayor seguridad y bienestar emocional a sus hijos, desarrollando mayor empatía con ellos.
Finalmente, es una oportunidad para que los padres sean modelo de actitudes prosociales para sus hijos, enseñándoles que el apoyo social a brindar no es solo un soporte para quienes lo reciben, sino que, se convierte en un recurso de afrontamiento para ellos mismos, ayudándolos a futuro a manejar mejor el estrés, planificar acciones para resolver problemas y vivir emociones positivas; por ejemplo, cuando se sabe que ayudó a alguien. Desarrollamos así actitudes y valores como la solidaridad, el respeto, reciprocidad y trabajo en equipo, que son en sí, las mejores lecciones para la vida y futuro de sus hijos.
-.
Si no la necesitas, no la pidas. Controlemos el uso innecesario de los materiales de plástico
[pub][ooyala.I1ODViNzE6pHbznXdQZ7foatLdw_x0qW]