El mundo del Internet y las redes sociales ha ocasionado que el perfil digital de una persona se convierta en gran parte de su vida real. Publicar estados, fotografías y compartir clips de nuestro día a día se ha vuelto en un hábito natural y, a veces, hasta necesario.
Ahora, para conocer a una persona se suele revisar su Facebook, Instagram, Twitter, SnapChat, Tumbler, o cualquier otra red social que use, pues son, por lo general, un reflejo constante de nuestros intereses y ‘hobbies’. La pregunta es, ¿qué tan saludable es este estilo de vida?
Lo cierto es que no hay nada malo en compartir nuestros momentos con quienes consideramos amigos, conocidos o personas cercanas a nosotros. Querer mostrar algo de nuestra existencia es normal. Lo malo empieza cuando esta actividad se vuelve necesaria y creamos una especie de dependencia digital donde mostramos todo de nosotros mismos.
Desde nuestra vida familiar hasta la personal o amorosa: nuestros perfiles en redes sociales se convierten en pruebas fidedignas de nuestra existencia. Y eso sucede con las personas individuales y las parejas también. ¿Quien no ha visto esas parejas en Facebook o Instagram que muestran todo de su relación? Y, por supuesto, que son excesivamente felices digitalmente. A veces es tanta la felicidad que uno se pregunta qué tan real es.
*Y para ser sinceros, ¿Qué tan real es? ¿Publicar una foto, ‘tuit’ o estado con tu pareja cada semana asegura tu felicidad amorosa? *
Si bien no existe regla alguna que afirme o contradiga lo preguntado, si hay estudios que muestran que el uso excesivo de redes sociales puede evidenciar un problema de depresión o falta de salud mental en la persona debido a la comparación social que se desata en este tipo de plataformas digitales.
¿Realmente las parejas que lo muestran todo en redes sociales son más felices que las que no? A continuación, te mostramos algunas de los argumentos por los que creemos que las parejas que no abusan de las redes sociales son más felices.
1. Cuando disfrutas de tu vida (o tu relación) sueles vivirla más que fotografiarla
No hay necesidad de parar la caminata o no llevarte una cuchara a la boca para tomar una fotografía del momento. Cuando disfrutas de la compañía de esa persona especial sueles dedicarte a ella y no a documentar todo. Al menos no todos los días.
2. No tienen nada que probar ante nadie
La redes sociales no significan ningún tipo de ‘verificación amorosa’ pues no necesitas de un estado de relación o una fotografía para asegurarte que tu relación es real. Lo sabes y ya está.
3. No publican su felicidad en redes, pero tampoco sus peleas
Publicar partes de tu relación amorosa en redes sociales es lindo. Publicar todo es preocupante. Si no publicas lo lindo de tu vida amorosa de modo excesivo tampoco tendrás esa mala costumbre de compartir estados depresivos cada vez que te pelees o discutas con esa persona. A nadie le gusta ver los trapitos al aire de su relación en Facebook.
4. No tienen que pelear por ‘likes’ o ‘comentarios’
Menos información en redes sociales, menos drama digital. Si no publican toda su relación en Facebook, tendrán que pelear menos por los ‘likes’ o ‘comentarios’ que se pusieron o no.