Los cinturones de radiación de la Tierra, dos regiones en forma de anillo de partículas cargadas que rodean nuestro planeta, fueron descubiertas hace más de 50 años, pero su comportamiento aún no se entiende completamente.
Ahora, las nuevas observaciones de la misión Van Allen Probes de la NASA muestran que los electrones más rápidos y enérgicos del cinturón de radiación interna no están presentes tanto tiempo como se pensaba anteriormente.
Los resultados se presentan en un artículo en el Journal of Geophysical Research y muestran que típicamente no hay tanta radiación en el cinturón interno como se suponía anteriormente, una buena noticia para las naves espaciales que vuelan en la región.
DATO: Este estudio de la NASA no hará que se elimine la protección que tienen las naves, pero sí abre la posibilidad de explorar nuevas órbitas más fácilmente.
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