Eliges la prenda, haces cola para entrar al vestidor y finalmente lo logras. Te despojas de tu ropa y te pruebas esa prenda que tanto deseaste en cuanto la viste. Solo hay un problema: la del espejo no eres tú.
Suele suceder que vestirnos frente al espejo de los probadores no es igual que estar frente al de nuestra casa. Nos vemos más gorda, en otros más delgadas, en algunos con más curvas y en otros cual tablas. ¿Por qué sucede esto?
En realidad, la respuesta varía. En un punto podemos pensar que se trata de espejos ‘distorsionados’ que son adquiridos por las empresas para inducirnos a comprar sus productos. Aunque esto podría ser posible, en la mayoría de casos se trata de un tipo de colocación del espejo.
Al colocar alguno de los clavos del espejo con mayor presión, el espejo tiende a curvarse lo que genera que nos veamos más gordas. Mientras más doblado está el espejo más ancha te verás. Por el contrario, mientras más largo y recto sea el espejo lucirás más delgada. Otros factores como el largo, ancho o peso del espejo también influyen.
Una joven escritora de Rusia logró tomarse 11 fotos iguales en distintos probadores y las diferencias corporales son increíbles. Mira las imágenes en la foto galería.