En la madrugada de ayer miércoles, la Policía allanó lo que denominó ‘un laboratorio clandestino’ de marihuana en un condomio de San Miguel. En el lugar se encontraron, efectivamente, equipos para el cultivo de las plantas y para extraer aceites de ellas.
Sin embargo, se trata del lugar en el que padres de familia de la asociación Buscando Esperanza cultivan las plantas y preparan el aceite que, aseguran, ayuda a sus hijos enfermos.
‘¿Qué vamos a hacer? Nuestros niños van a volver a caer en convulsiones, ya que los fármacos no hacen ningún efecto en muchos de los pacientes de nuestra agrupación. Los médicos solo suben más y más las dosis de medicinas que no los ayudan’, le explica a Publimetro Aydé Farfán, vocera de esta asociación.
Dentro de la agrupación, se trata a niños y adolescentes con epilepsia, fibromialgia, cáncer, Alzheimer, Parkinson y otras patologías. Sesenta de ellos están en Lima y veinte en provincias.
‘Hemos encontrado una alternativa en el cannabis medicinal y estamos dando la cara, no somos delincuentes. Queremos que el Estado y el Ministerio de Salud se dén cuenta de lo que estamos pasando’, afirma.
Los padres de Buscando Esperanza aseguran que el aceite de cannabis, preparado con la flor de la marihuana, ayuda, por ejemplo, a reducir las convulsiones de pacientes con epilepsia.
‘Lo que buscamos es darles calidad de vida a nuestros hijos. Sin embargo, nos dicen que no hay médicos que manejen el tema, que no hay investigación científica para validar esto. ¿Cómo pueden decir eso tras ver la reacción de nuestros hijos? Prácticamente han vuelto a vivir’, dice Farfán.
Buscando Esperanza prepara una una marcha para el jueves 16 de febrero. La concentración será en la Plaza Manco Cápac (La Victoria) a las 9 a.m. Desde allí, se dirigirá al Congreso para exigir la legalización de la marihuana con usos medicinales.