La justicia alemana decidirá en diciembre si da seguimiento a una denuncia de David contra Goliat, la de un agricultor peruano que acusa al gigante energético RWE de tener en parte la culpa del deshielo de los glaciares en los Andes.
Tras una primera audiencia este jueves, el Tribunal de Essen (oeste) indicó que el 15 de diciembre el juez se pronunciará contra el denunciante u ordenará una instrucción del caso para que ambas partes defiendan su causa y presenten pruebas y testigos.
“Esperamos que la corte nos de la razón para salvar de alguna manera nuestro mundo, nuestra tierra”, declaró Saúl Luciano Lliuya, también guía de montaña, ante el tribunal.
– ‘El miedo está ahí’ – “El miedo está ahí presente pero hay que enfrentarle, hay que reclamar (…) para poder hacer algo”, agregó Lliuya.
Una decena de defensores del medio ambiente acudieron a las puertas del edificio para apoyar al peruano en su cruzada. En sus pancartas, podían leerse lemas como “¡RWE debe pagar para proteger el clima!”.
Presentado como un combate de David contra Goliat, el caso podría sentar precedente legal, considera la asociación ecologista alemana Germanwatch, que respalda al campesino corriendo a cargo de los gastos de la abogada.
Si bien el juez no dejó entrever hacia qué parte se inclina, la abogada del demandante, Roda Verheyen, declaró estar “muy satisfecha” con el procedimiento de la audiencia. La letrada espera que el juez se decida por una instrucción, lo que permitiría a las partes “discutir el contenido de este complejo asunto”.
“No decimos que RWE sea responsable del cambio climático en conjunto. Pero decimos que RWE es un responsable de primer orden”, consideró, justificando que el demandante haya decidido acusar al grupo con sede en Essen.
El grupo energético alemán, uno de los principales emisores de gases con efecto invernadero, es acusado de contribuir al cambio climático y al deshielo de glaciares, lo que podría causar inundaciones en la ciudad de Huaraz, capital de la provincia de Ancash, en el norte de Perú, donde vive el agricultor.
Éste último reclama a la empresa 17.000 euros para financiar una parte de las obras necesarias para proteger una laguna. Lliuya también reclama que la empresa le reembolse los 6.300 euros que él ha gastado de su bolsillo en medidas de protección.
– Sin base legal – Un argumento que RWE rechaza categóricamente. La denuncia “no tiene base legal”, declaró un portavoz del grupo, Guido Steffen. “No se puede hacer una política de protección del clima vía el derecho civil”, agregó a la salida de la audiencia.
El campesino, padre de dos hijos, declaró hace un año a la AFP que había pasado su vida viendo cómo se destruían los glaciares progresivamente, por el efecto del cambio climático.
“Aquí hay un causante y hay que reclamarle. No es justo que nos quedemos callados, el mundo es de todos y no sólo del que contamina”, afirmó en aquel momento.
En la región donde vive, el deshielo de los glaciares significa la formación de lagunas y el excesivo llenado de las ya existentes, con el consiguiente riesgo de desbordarse y devastar su pueblo.
Una de ellas es Palcacocha, que en 1941 se desbordó, arrasó el valle del Santa y llegó hasta la ciudad de Huaraz, matando a 5.000 personas a su paso.
Desde 1970, el volumen de Palcacocha se ha incrementado 34 veces, convirtiéndola en una amenaza permanente, según un reporte técnico de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) de febrero de 2014. Hoy Huaraz cuenta con 100.000 habitantes.
RWE declara no entender por qué este campesino peruano ha decidido ponerlos en su punto de mira. “Aportamos una gran contribución a la modernización de las centrales de carbón en Alemania” y “hemos invertido miles de millones en energías renovables”, argumentó su portavoz.