1.- Aventura en Lunahuaná
A menos de tres horas de Lima, el valle de Lunahuaná (Cañete) promete despertar tu lado aventurero. Puedes pasear en bicicleta por las montañas, practicar canotaje en el río o cruzar el valle por los aires colgado de una fuerte cuerda de acero. Al caer la tarde, te recomendamos darte un salto por el distrito de Pacarán (a solo 20 minutos) y conocer sus bodegas de pisco y vino.
2.- Nadando con lobos marinos
Todos los días, diversas empresas turísticas ofrecen paseos en catamarán y en yate hacia las Islas Palomino, en el Callao. El viaje dura alrededor de cuatro horas y ofrece la posibilidad de nadar cerca de los lobos marinos. Puedes consultar precios en empresas como Ecocruceros o Mar Adentro.
3.- Los sabores del norte chico
A solo hora y media de Lima, Huaral te espera con su variada gastronomía. Te recomendamos probar el chancho al palo, el pato en ají y la carapulcra de restaurantes como El Rancho de Robertín, El Fogón y Tradiciones de Huaral.
4.- Lomas de Lúcumo
Julio es uno de los mejores meses para apreciar la naturaleza en las Lomas de Lúcumo, un ecosistema de 130 hectáreas que se extiende en el valle del río Lurín, en Pachacámac. A solo 45 minutos de Lima, este lugar ofrece caminatas de tres a seis horas, en medio de campos de lúcumos, flores de amancaes, pequeños zorros y vizcachas.
5.- Cañonazo de adrenalina
Cuevas, caminos al borde de precipicios y senderos rodeados por paredes de piedra de 200 metros de altura son parte del recorrido en el Cañón de Autisha, en Huarochirí (a dos horas y media de Lima). En el lugar se encuentran además una laguna y una catarata subterránea. Empresas como Incatrek y Mundo Aventura ofrecen ‘full days’.
6.- Un tobogán de piedra en Songos
Luego de dos horas de caminata por el caserío de Songos, en Matucana, podrás disfrutar de unos impresionantes tobogantes de piedra, que terminan en una piscina natural. El lugar se encuentra a solo una hora de Lima. Hay empresas como Incatrek que ofrecen ‘full days’.
7.- El encanto de Obrajillo
A dos horas de Lima, el pueblo de Obrajillo, en la provincia de Canta, ofrece una serie de atractivos. Puedes admirar la imponente Cordillera de la Viuda, ver el valle desde el Mirador de San Pedro y descubrir el ángulo exacto donde la laguna de Chu-Chún adopta la forma de un mapa del Perú.
8.- Lachay, reserva natural
Por estas épocas, un manto de neblina cubre la Reserva Nacional de Lomas de Lachay, en Chancay. Un fenómeno propicio para que el lugar florezca y deje ver con facilidad las especies de flora y fauna que alberga. A diario salen buses desde el terminal terrestre Plaza Norte hacia este distrito huaralino en la Panamericana Norte.
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