Luego de reunirse con el fiscal general, familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 consideran que se confirmó lo que ya venían denunciando.
El jueves, Comisión Nacional de Derechos Humanos implicó por primera vez a dos agentes de la Policía Federal de México en la controvertida desaparición de los jóvenes, que según la versión de la fiscalía involucra a uniformados y a integrantes de un cártel.
“Desde nuestro punto de vista eso confirma la participación de las distintas unidades policiacas”, señala Vidulfo Rosales, abogado de los familiares de los estudiantes desaparecidos.
La versión oficial de la fiscalía indica que los estudiantes fueron atacados por policías municipales de Iguala y del vecino pueblo de Cocula cuando iban en cinco autobuses, y que los uniformados los habrían entregado a integrantes del cártel Guerreros Unidos que los habrían asesinado, incinerado y arrojado sus restos a un río.
Para los familiares, los nuevos datos confirman que hay otro camino a investigar.
‘Nos confirma que es una investigación que todavía no tiene verdad, y que el basurero de Cocula no es la verdad’, agregó.
El caso ha generado multitudinarias protestas y ha deteriorado la popularidad del presidente Enrique Peña Nieto.