Un pandillero mató a tiros a un policía y luego, al verse rodeado por más agentes, llamó a su madre y se suicidó en el estado norteamericano de Carolina del Sur, informaron este viernes autoridades.
Varios policías llegaron este viernes a una casa a entregar una citación judicial al pandillero Deontea Perry Mackey, de 17 años, pero el sospechoso intentó huir, explicó a periodistas Ken Miller, jefe de la policía de Greenville, Carolina del Sur (sureste de EEUU).
En su intento por escapar, Mackey “disparó contra los agentes e impactó a un oficial varias veces”, dijo Miller. “El sospechoso siguió corriendo y se dirigió directamente a donde se encontraban otros agentes, y cuando los vio, se suicidó”, señaló el jefe policial.
“Según entiendo, llamó a su madre antes de hacerlo”, dijo Miller.
Los agentes “intentaron reanimar al oficial herido, pero los esfuerzos fueron infructuosos”, indicó Miller.
El agente fallecido fue identificado como Allen Jacobs, de 28 años, casado y padre de dos niños pequeños.
“Estaba muy comprometido con su trabajo. Nos duele esta pérdida, tanto a nosotros como a la comunidad”, agregó Miller.