El incremento en la concentración de gas de ozono obligó ayer a las autoridades mexicanas a decretar la primera alerta ambiental en Ciudad de México desde el 2002.
Ante ello, se recomendó a los ciudadanos evitar las actividades al aire libre. Además, se restringió (de 5 a.m. a 10 p.m.) la circulación de autos, a excepción de los eléctricos o los de emergencia.
Según la ley local, la concentración máxima de ozono no debería superar las 0.095 partes por millón. Ayer se registraron 0.198 partes por millón.