Carlos Lozada, negociador de paz de las FARC en La Habana, Cuba, señaló que las conversaciones sobre el fin del enfrentamiento y el desarme de los rebeldes se ‘frenaron’, por culpa del gobierno colombiano. Como se sabe, el acuerdo de paz entre ambas partes iba a ser firmado el próximo 23 de marzo.
‘Lo que quiere imponer el gobierno es una rendición incondicional de la insurgencia y de eso no se trata. Se trata de un proceso de paz y no de una desmovilización de la guerrilla’, explicó Lozada.
Sin embargo, el presidente colombiano envió ayer a La Habana a su hermano Enrique Santos para transmitir sus mensajes y ‘colaborar en la mesa de conversaciones’.