Sue Klebold, la madre del adolescente que protagonizó una de las peores matanzas en la historia de Estados Unidos, confesó que no vio señales de los desordenes mentales del joven, según su primera entrevista televisada desde la masacre en 1999.
Dylan, entonces de 17 años, y su mejor amigo Eric Harris (18) llegaron a su escuela secundaria en Columbine el 20 de abril de 1999 vestidos con gabardinas negras y cargando cuatro armas. Abrieron fuego, matando 13 personas y dejando 24 heridos antes de suicidarse.
Casi 17 años después de la tragedia, Klebold dijo en una entrevista con el programa 20/20 del canal ABC que desde entonces ha vivido con culpa y pidió disculpas por los hechos.
“Lamento mucho lo que mi hijo hizo”, expresó la mujer de 66 años.
“Aunque sé que sólo diciendo lo siento es una respuesta tan inadecuada a todo este sufrimiento. No hay un día que pase en el que no piense en las personas que Dylan lastimó”.
Klebold aseguró que “es muy duro vivir con el hecho de que alguien que amaste y criaste mató brutalmente a personas de una manera horrorosa. Los últimos momentos de su vida fueron con violencia, sadismo. Usted sabe, él fue cruel y estaba lleno de odio y tengo que reconocerlo”.
Si un niño hubiese disparado a su hijo, ella habría culpado inmediatamente a los padres del chico, afirmó.
“Creo que nos gusta creer que nuestro amor y comprensión son protectores, y si algo estuviera mal con mis hijos, yo lo sabría. Pero no lo sabía. Yo no era capaz de evitar que lastimara a otras personas. Y no era capaz de evitar que se lastimara asimismo”.
No había señales de las tendencias criminales de Dylan. “Si hubiera reconocido que Dylan estaba experimentando algunos problemas metales reales, él no habría estado ahí. Él habría recibido ayuda”.
La entrevista de Klebold coincide con el lanzamiento de su libro “A Mother’s Reckoning”, en el que cuenta su experiencia. Klebold aseguró que las ganancias de las ventas irán a obras benéficas para problemas mentales.