“No hay nada de malo en que las parejas comprometidas se reúnan para conocerse, siempre y cuando no se expongan en público”, dijo la más alta autoridad islámica turca, la Diyanet, respondiendo a una pregunta sobre si los futuros esposos deben verse antes de casarse.
“Pero, las parejas comprometidas deben abstenerse de coquetear, vivir juntos, verse solos, tomarse la mano y cualquier otra conducta que no sea respaldada por el Islam”, agregaron los dignatarios en esta recomendación publicada en su sitio web.
La Dirección de Asuntos Religiosos de Turquía, o Diyanet, fue creada en 1924, un año después de la fundación de la República laica turca sobre las ruinas del Imperio Otomano. De acuerdo a la Constitución, tiene como función aconsejar a la población sobre temas religiosos.
Si bien Estambul, la ciudad más grande del país, ha adoptado en gran medida un modo de vida a la occidental, la mayor parte de la población turca, predominantemente musulmana, es muy conservadora.
Los detractores del presidente islamo-conservador Recep Tayyip Erdogan, en el poder desde 2003, lo acusan de haber “islamizado” al país y es a menudo blanco de críticas por sus declaraciones consideradas “sexistas” sobre las mujeres.