En 2013 Eva Bracamonte fue puesta en libertad tras pasar 4 años en la cárcel. En ese entonces, el juicio en el que fue condenada a 30 años al ser hallada culpable de haber planificado el crimen de su madre fue declarado nulo. Hoy, a casi 10 años del asesinato de Myriam Fefer Salleres, su hija fue finalmente absuelta. Aquí las razones por las que la Corte Superior de Justicia de Lima tomó está decisión.
La Segunda Sala Penal para Reos en Cárcel no encontró responsabilidad de la joven en el crimen de su madre. Ninguna de las pruebas presentadas por la fiscalía, que pedía 35 años de cárcel para Eva, resultó concluyente.
– Según la sentencia, Eva Bracamonte y su madre tenían una relación conflictiva. Sin embargo, aquello no es prueba suficiente de que la joven halla mandado a matar a la empresaria. Hace unos años se indicó que Bracamonte Fefer habría sido enviada a Israel por su madre en contra de su voluntad. Además, Fefer Salleres no habría estado de acuerdo con la opción sexual de su hija, según algunos testigos relacionados con el caso.
– Una de las pruebas más contundentes que esgrimía la fiscalía era la llamada que el sicario, Hugo Trujillo Ospina, habría hecho desde el celular de Myriam a Eva. Sin embargo, al no haber certeza de la hora exacta de la muerte de la empresaria (determinada entre las 00:30 y las 2:30 a.m.) no se puede afirmar a ciencia cierta que el autor de la llamada fuera el colombiano y no la propia Myriam.
-Las pruebas psicológicas que se le practicaron a Bracamonte Fefer determinaron que esta era fría, inmadura e influenciable. Sin embargo, por obvias razones estas características tampoco constituyen una prueba fehaciente para inculparla. Podemos inferir además que, luego de que quien fuera señalada como su cómplice; Liliana Castro Manarelli, fuera absuelta en 2013, no había ningún personaje a quien pudiera culpársele de influenciar a la joven para que mande a matar a su madre.
-La fiscalía afirmaba que el móvil de Eva para ejecutar el crimen habría sido el lucro; sin embargo, este tampoco pudo ser probado. El abuelo de la joven le había dejado a ella la mayor parte de sus bienes. La herencia ya estaba a su nombre. También se confirmó que Eva no cobró el seguro de vida de su madre. Quien sí lo hizo fue su hermano, Ariel.